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Prensa, Sectores, Tecnologías


  • Bioithas lidera este proyecto estratégico en colaboración con AIJU y con especialistas de la Universitat Politècnica de València
  • Esta nueva técnica no solo reducirá el coste de la gestión de estos residuos, sino que potencialmente abrirá una nueva línea de negocio
La Agència Valenciana de la Innovació (AVI) financia nuevas técnicas para la obtención de prebióticos y probióticos, así como para la obtención de fibras vegetales, ingredientes funcionales y nutrientes mediante el aprovechamiento de los residuos derivados del proceso de fabricación de cerveza.

La empresa alicantina Bioithas lidera este proyecto estratégico, que cuenta con el respaldo de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) en el marco de su última convocatoria de ayudas en concurrencia competitiva y que se ejecuta en cooperación con el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU) y el departamento de Ingeniería Mecánica y de Materiales de la Universitat Politècnica de València (UPV).

A través de esta iniciativa, se pretenden conseguir sustancias de mayor valor añadido para sectores como el biotecnológico o el del plástico, en sintonía con los postulados de la economía circular, que apuesta por el reciclaje y la reutilización como vía para reducir a cero los residuos. Este proceso de valorización promueve, además, la simbiosis industrial, de tal modo que los desperdicios resultantes de actividades productivas se conviertan en materias primas para otras.

Las ventajas de esta técnica repercuten en el plano medio ambiental y se extienden al económico porque, hasta ahora, la gestión de los residuos en los procesos de fabricación de cerveza conlleva un coste considerable para las empresas del sector, debido a la infraestructura necesaria para su correcto tratamiento.

Además, la valorización de estos subproductos, mediante la obtención de distintas sustancias de interés para la industria, no sólo supondrá un ahorro, sino que potencialmente podría convertirse en una nueva línea de negocio mediante la transformación y manufactura de nuevos productos de valor añadido, como son la fibra, las proteínas y vitaminas, los compuestos antioxidantes y, finalmente, la reserva genética de probióticos.

El proyecto, que se llevará a cabo durante los próximos dos años, está coordinado por Bioithas, que es la entidad responsable de identificar los probióticos e ingredientes funcionales, y cuenta con dos socios más que desempeñan un papel clave. Así, la UPV optimizará los procesos de extracción y purificación de las sustancias, mientras que AIJU abordará el aprovechamiento de las fibras vegetales como aditivo para la transformación de plásticos.

Para el vicepresidente ejecutivo de la AVI, Andrés García Reche, la iniciativa demuestra las oportunidades de innovación que emergen en torno a la industria alimentaria y a la aplicación efectiva de los criterios propios de la economía circular. «La simbiosis industrial permite convertir residuos de unas industrias en materias primas para otras que, en este caso, además, destacan por su alto valor añadido y por sus usos potenciales en sectores de vanguardia como el biotecnológico», ha señalado.

Por su parte, el CEO y director científico de Bioithas, el doctor Vicente Navarro, ha subrayado que este proyecto de cooperación «pone de manifiesto el interés y el compromiso de las empresas de I+D+i de intentar generar respuestas innovadoras a problemas complejos como el aprovechamiento de residuos, la mejora de la salud de la población o la alimentación del futuro».

Respuesta a retos prioritarios

La iniciativa se alinea con las conclusiones de los comités estratégicos de innovación especializados en Agroalimentación y Economía Circular, promovidos por la AVI. En el primer caso, se aboga por la producción de ingredientes funcionales con impacto significativo sobre la salud de los consumidores y, en el segundo, por el desarrollo de técnicas de valorización de residuos alternativas al reciclado mecánico.

Asimismo, también conecta con la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, conocida como RIS3, que coordina la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital. En concreto, con el eje de calidad de vida que sitúa, entre sus objetivos generales, la mejora de la eficacia y eficiencia del sistema productivo agroalimentario, así como la promoción de la salud y la sanidad eficiente.
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  • El objetivo es mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de afecciones mentales a partir de nuevos productos tecnológicos
  • El Departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent pondrá en marcha un proyecto, financiado con 38.042,20 euros

El proyecto Salud Innovadora e Integradora para las Personas, de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), organismo dependiente de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, ha obtenido 38.042,20 euros de la Agència Valenciana d’Innovació (AVI) para su puesta en marcha.

La finalidad principal del proyecto es crear propuestas de desarrollo de instrumentos y tecnologías con aplicaciones dirigidas a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de afecciones mentales, especialmente aquellas agravadas por la reciente pandemia.

Las afecciones mentales como el estrés, la ansiedad, la depresión o distintas fobias se han visto aumentadas y recrudecidas debido a la pandemia derivada de la COVID-19. Por este motivo, la iniciativa pretende desarrollar espacios en los que se dialogue sobre posibles soluciones tecnológicas que empleen la Inteligencia Artificial (IA) y la big data para mejorar la calidad de vida de las personas que las sufren.

Para ello, la Unidad de Salud mental del Departamento de Salud de Xàtiva-Ontinyent creará diversas acciones complementarias dirigidas al personal sanitario, así como a diferentes empresas del sector tecnológico. La finalidad de estas actividades es crear espacios de sinergia entre los profesionales del mundo de la salud mental, empresas del sector tecnológico y universidades para que puedan encontrar soluciones innovadoras en este campo.

Estas acciones de dinamización contarán con talleres, charlas y ponencias de expertos en salud mental, así como de profesionales del área tecnológica. Se tratarán temas relacionados con las patologías identificadas en las consultas de salud mental y se analizarán los avances más importantes que se han logrado dentro de esta área de conocimiento para, de este modo, buscar formas de aplicarlos y al mismo tiempo encontrar un nicho de mercado para este tipo de producto.

La gestora de proyectos de Investigación e Innovación del Departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent, María José Mora, explica que «el objetivo principal de este proyecto es conocer mejor la salud mental, tanto de nuestros profesionales como de la población en general, con el fin de poder encontrar herramientas y recursos que faciliten sobre todo el diagnóstico temprano de estas patologías».

En una primera fase, el proyecto se centrará en el estudio de la salud mental y emocional de personal sanitario. En fases posteriores se pondrá el foco en las personas jóvenes y en las más mayores, especialmente las que viven solas.

La información que se extraiga de estos espacios de comunicación se transferirá a las empresas de distintos sectores para que trabajen en la materialización y comercialización de nuevos productos, servicios y tecnologías. De esta manera, se pretende contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas al mismo tiempo impulsar nuevas industrias tecnológicas en la Comunitat Valenciana basadas en la cibermedicina.
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