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Prensa

  • El nuevo órgano abordará retos y oportunidades de innovación vinculadas con el proceso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero


La consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Carolina Pascual, ha anunciado la creación de un nuevo Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en descarbonización con el fin de ofrecer «respuestas innovadoras a uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta nuestro sistema productivo». Al frente de este órgano se situará el profesor de investigación del Instituto de Tecnología Química (UPV-CSIC) Avelino Corma.

Pascual ha adelantado la puesta en marcha de este grupo de trabajo durante la reunión del Comité Estratégico de Innovación (CEI), un órgano asesor de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), pionero en toda España, que reúne a empresarios, institutos tecnológicos y científicos de primer orden para proponer soluciones innovadoras a los grandes retos a los que se enfrentan las empresas de la Comunitat, creando una mesa de diálogo entre los tres principales eslabones del Sistema Valenciano de Innovación.

El nuevo Comité Estratégico de Innovación Especializado en Descarbonización es el octavo equipo especializado que se constituye dentro del CEI y abordará retos y oportunidades de innovación vinculadas con el proceso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de desarrollar en la Comunitat Valenciana nuevas tecnologías que permitan avanzar en este objetivo desde una perspectiva multidisciplinar.

El comité estará compuesto por representantes de la comunidad científica, tecnológica y del empresariado que trabajarán en la identificación de nuevas soluciones que contribuyan a la descarbonización en las diferentes industrias y sectores de actividad.

La consellera ha destacado que «este comité especializado en descarbonización explotará las capacidades de nuestro sistema de innovación para el desarrollo de nuevas tecnologías que ofrezcan respuestas a las distintas aristas de este desafío de gran calado en nuestra sociedad».

Durante su intervención, Carolina Pascual ha resaltado el impacto de los comités estratégicos de innovación. Prueba de ello es que «más del 90% de todos los proyectos financiados por la AVI en 2021 responden a uno o varios retos identificados en los comités estratégicos de innovación, porcentaje que asciende al 100% en los programas de proyectos estratégicos en colaboración y de consolidación de la cadena de valor empresarial».

La consellera de Innovación ha recordado la firme apuesta de la Generalitat Valenciana por esta área: «Nunca en la historia de nuestro autogobierno se había desplegado un volumen de subvenciones mayor para financiar proyectos de innovación en los que colaborasen distintos agentes. Este efecto multiplicador se ha acelerado en este ejercicio con una cantidad inversora que supera la suma de las tres convocatorias precedentes.»

El anteproyecto de Presupuestos de la Generalitat contempla un total de 56,4 millones de euros para la AVI. Un presupuesto que tiene un efecto dinamizador de la inversión en I+D+i en todo el sistema de innovación, en especial en el sector privado.

Desde su creación, las políticas de la Agència han respaldado cerca de 940 solicitudes para llevar a cabo proyectos de innovación y han beneficiado a cerca de 430 entidades.

Además, la AVI lidera la implantación de la Compra Pública de Innovación (CPI) en las administraciones autonómica y local. De hecho, gracias a sus programas de incentivos, una veintena de ayuntamientos, consorcios, fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro se han dotado de unidades especializadas y han comenzado a licitar este tipo de contratos. Además, seis empresas radicadas en la Comunitat han recibido el respaldo de la Agència para optar a distintos procedimientos de CPI.

Precisamente, el Comité Estratégico de Innovación tendrá un papel relevante en la estrategia que en breve presentará la AVI para dinamizar la Compra Pública Innovadora en la Comunitat Valenciana, ya que ofrecerá su apoyo para identificar y priorizar aquellos retos susceptibles de resolverse a través de procesos de CPI, según ha avanzado Avelino Corma.

Impulso de la CPI

En este sentido, la AVI tiene previsto impulsar al menos una decena de este tipo de iniciativas hasta 2023 con el objeto de incrementar el impacto de estas políticas de estímulo sobre el sistema productivo y, con este fin, ha reforzado sus recursos para prestar asistencia técnica a las distintas conselleries y entidades del sector público interesadas en acometer Compra Pública de Innovación.

Se intensificará, por tanto, el actual papel del CEI como órgano asesor, que ya guía la actividad de la Agència en el medio plazo y orienta, a través de incentivos, la innovación que se desarrolla en la Comunitat Valenciana hacia aquellos ámbitos identificados previamente como prioritarios.

Respecto al nuevo comité, el vicepresidente ejecutivo de la AVI, Andrés García Reche, ha recordado que la Agència ya está financiando distintos proyectos vinculados a la descarbonización en ámbitos como las obras públicas, el hábitat, la energía, la automoción o la cerámica, si bien el nuevo equipo multidisciplinar focalizará su acción en identificar nuevas oportunidades para mejorar la cadena de valor de la industria y generar nuevos nichos de mercado.

En su opinión, la contribución del CEI resulta clave para la estrategia de la entidad: «Es un privilegio contar con el conocimiento y la experiencia de grandes personalidades de las esferas científica, tecnológica y empresarial de la Comunitat, que realizan sus aportaciones de forma altruista y en beneficio del interés general».

En este sentido, García Reche ha subrayado que a través de los distintos comités se ha ofrecido respuesta «a 35 retos a los que ha de hacer frente nuestro tejido económico, y nosotros mismos como sociedad, mediante la identificación y propuesta de más de 80 soluciones tecnológicas e innovaciones concretas, orientadas a su implantación real en el sistema productivo».
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  • La escuela de negocios alicantina muestra su interés por colaborar con la AVI en la actualización de competencias en innovación

La Agència Valenciana de la Innovació (AVI) ha mantenido una reunión de trabajo con Fundesem Business School a fin de conocer las nuevas iniciativas que está desarrollando en el ámbito formativo y abordar posibles vías de colaboración que contribuyan a impulsar la innovación en el tejido empresarial de la provincia de Alicante.

En dicho encuentro han participado el presidente de esta escuela de negocios, Cayetano Sánchez Butrón; su director gerente, Ismael Navarro; y la responsable de Empresas y Contenidos, Mari Angeles Tajuelo; así como, por parte de la AVI, el vicepresidente ejecutivo y la secretaria general, Andrés García Reche y Olivia Estrella, respectivamente.

A lo largo de la reunión, Fundesem ha expuesto los distintos programas formativos que se imparten desde el centro alicantino, que incluyen estudios de especialización en competencias digitales, alineados con las necesidades del tejido productivo.

En este sentido, han trasladado su voluntad de colaborar con la Agència en la búsqueda de soluciones en el ámbito de la educación que permitan instruir a los y las profesionales en los nuevos perfiles tecnológicos. Del mismo modo, han coincidido en la necesidad de dar a conocer las capacidades de conocimiento que se generan dentro del sistema de innovación.

Los representantes de esta escuela de negocios también han manifestado interés por los distintos programas de ayudas de la AVI, en especial las líneas de promoción del talento y las acciones de impulso y fortalecimiento del sistema de innovación.

Desde la Agència, el vicepresidente ejecutivo, Andrés García Reche, ha subrayado la necesidad de impulsar la actualización de competencias en las actuales plantillas de las empresas para facilitar la incorporación al tejido productivo de las tecnologías protagonistas de esta cuarta revolución industrial.

«Desde la Agència no solo incentivamos la incorporación de personas investigadoras y doctorandas en nuestras empresas para impulsar proyectos I+D+i, sino que apostamos por la formación especializada para satisfacer unos nuevos perfiles profesionales que hoy ya cuesta cubrir», ha indicado.

Por su parte, el presidente de Fundesem, Cayetano Sánchez Butrón, ha destacado el papel que juega la AVI en nuestro ecosistema empresarial y «el deseo de que ambas instituciones, en adelante, unan fuerzas para llevar a cotas más elevadas a las empresas de nuestra provincia y nuestra Comunitat, en los ámbitos tecnológicos, digitales y de innovación, en sentido amplio».

Fundada en 1965, la escuela de negocios de la Fundación para el Desarrollo de la Formación y Gestión Empresarial de la Provincia de Alicante (Fundesem) ofrece programas de máster y formación continua dirigidos fundamentalmente a puestos directivos.
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  • El grupo de investigación REDOLí, de la UV, completa esta iniciativa en colaboración con sus homólogos de Microwave RF Subsystems de la UPV
  • El prototipo diseñado demuestra la validez de esta tecnología, que acorta los tiempos de producción y eleva el volumen de producto obtenido

La Agència Valenciana de la Innovació (AVI) ha financiado un proyecto del grupo de investigación REDOLí de la Universitat de València (UV), que ha logrado producir nanomateriales de sílice porosa, un compuesto con múltiples aplicaciones potenciales en la industria química, medioambiental y farmacológica, en mayores cantidades y de forma más rápida que los procesos existentes.

A través de esta iniciativa, bautizada como ValoraSIO, se ha logrado demostrar la viabilidad del nuevo sistema de fabricación, gracias a un prototipo desarrollado en colaboración con Microwave RF Subsystems, un grupo adscrito al departamento de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Universitat Politècnica de València (UPV).

Ambos equipos presentarán el próximo miércoles 15 de diciembre los resultados del proyecto en una jornada en formato de seminario web, que culminará con un encuentro con empresas. Las inscripciones están abiertas a través de la dirección web (consultar aquí).

Este avance abre las puertas al uso industrial de estas nanosílices, hasta ahora limitado por las actuales tecnologías de síntesis, que requerían de varias jornadas de trabajo para obtener cantidades muy pequeñas.

Por el contrario, el modelo diseñado por especialistas de la UV apuesta por la producción mediante microondas y en un proceso continuo, lo que acorta los tiempos de obtención de estos nanomateriales a unos pocos minutos, logrando, además, un mayor volumen de producto con características más homogéneas.

Frente a las fuentes de energía de microondas tradicionales, la tecnología desarrollada por REDOLí emplea fuentes en estado sólido, más eficientes energéticamente, lo que redunda, a su vez, en que el proceso de síntesis global sea mucho más sostenible que sus alternativas en el mercado.

Gran potencial de uso

Debido a sus singulares características físicas y estructurales, dichos compuestos presentan un gran potencial para su aplicación en campos como el agroalimentario, el farmacéutico, el cosmético o el químico. De hecho, las sílices mesoporosas pueden usarse para la catálisis, la encapsulación de compuestos, así como sensores o para absorber y eliminar contaminantes, entre otras múltiples aplicaciones.

Precisamente se trata de materiales muy apreciados porque sus propiedades pueden modificarse en el laboratorio para conseguir funcionalidades concretas, son muy estables y carecen de toxicidad, de modo que pueden usarse, por ejemplo, como nanovehículos para la liberación controlada de fármacos en el organismo humano.

REDOLí trabaja, entre otras líneas de desarrollo en nuevos sensores basados en cambios de las propiedades ópticas o electroquímicas, así como moléculas y materiales con capacidad para activar o inhibir la actividad de las proteínas. Asimismo, explora el diseño de estrategias para conseguir procesos y productos más sostenibles, en particular en la industria agroalimentaria, química y de materiales.

Por su parte, los socios de Microwave RF Subsystems centran su investigación en el diseño y desarrollo de nuevos circuitos y dispositivos de microondas para mejorar el rendimiento. Una línea de trabajo que se extiende a todas las posibles aplicaciones de la energía de radiofrecuencia, incluidos los radares, las radiocomunicaciones y los dispositivos electrónicos.

La iniciativa cuenta con el respaldo de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, en el marco de su estrategia para acelerar la transformación del modelo productivo a través de la I+D+i.
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  • Los nuevos biosensores son capaces de ofrecer resultados fiables en apenas una hora, frente a los métodos actuales que pueden llegar a tardar hasta 48
  • Las empresas Lumensia Sensors, Embutidos Martínez, Platos Tradicionales y Verdifresh participan junto a la UPV en este proyecto

La Agència Valenciana de la Innovació (AVI) financia el desarrollo de un nuevo tipo de biosensor que permitirá prevenir posibles brotes microbiológicos en productos e instalaciones de la industria agroalimentaria. El dispositivo, basado en la tecnología fotónica, será capaz de detectar los patógenos con mayor incidencia, de forma rápida, sencilla y de bajo coste, superando las limitaciones de los sistemas y técnicas ya presentes en el mercado.

En este proyecto, bautizado como Bacterio, trabajan un consorcio de entidades liderado por Lumensia Sensors, en el que se integran empresas del sector agroalimentario como Embutidos Martínez, Platos Tradicionales y Verdifresh, además, del Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC) y el Centro Avanzado de Microbiología de los Alimentos, ambos adscritos a la Universitat Politècnica de València (UPV).

En la actualidad, la cadena de producción alimentaria se somete a unos exhaustivos controles de contaminación por microorganismos patógenos, de acuerdo con las exigencias establecidas por ley. Sin embargo, los procedimientos actuales requieren de tiempos de espera de hasta 48 horas para la obtención de resultados, lo que eleva los costes de almacenamiento, logísticos y energéticos de los productores de alimentos, dado que no pueden ponerlos a la venta hasta contar con el beneplácito sanitario.

De hecho, se estima que solo en España el sector invierte más de 5.000 millones de euros en estas operaciones. Una cuantía que podría reducirse drásticamente una vez se demuestre la eficacia de los biosensores que se están desarrollando en el marco del proyecto Bacterio.

Para ello se ha adaptado la tecnología desarrollada previamente por Lumensia Sensors para el control de alérgenos, que también recibió el respaldo de la Agència y que ya se ha integrado con éxito en productos en fase comercial.

Estos nuevos dispositivos, basados en circuitos fotónicos integrados, permitirán la identificación en menos de una hora de los patógenos responsables de la mayoría de alertas sanitarias, como son la Salmonella spp; la Listeria monocytogenes y Echerichia Coli.

Ventajas económicas, sanitarias y ambientales

La detección temprana y control de estas bacterias es crucial, desde un punto de vista sanitario porque, a pesar de los avances en nuevos productos y técnicas de desinfección, han mejorado su capacidad de adaptación y han desarrollado resistencia. Además, también aporta ventajas significativas en términos de competitividad, ya que las empresas que incorporen esta tecnología reducirán los actuales costes de almacenamiento, logística y energía, dado que la producción puede enviarse a los lineales en un menor plazo de tiempo.

En definitiva, este nuevo sistema de control microbiológico reducirá de forma directa la huella de carbono y el desperdicio alimentario, ya que los artículos se pondrán antes a la venta y los clientes dispondrán de un mayor periodo para consumirlos, con los consiguientes beneficios medioambientales.

La eficacia de esta tecnología ya se está probando en diferentes subsectores industriales del ámbito agroalimentario, gracias a la colaboración con Verdifresh, especialista en la elaboración de ensaladas y vegetales frescos listos para consumir o cocinar; Embutidos Martínez, proveedor de productos cárnicos de cerdo y vacuno; y Platos Tradicionales, expertos en la producción de platos preparados que después se comercializan en el lineal del supermercado.

En fase de validación

En concreto, el personal técnico de Lumensia Sensors, con el apoyo del Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC-UPV) y del Centro Avanzado de Microbiología de los Alimentos (CAMA-UPV) está realizando ensayos con el objeto de ajustar el dispositivo para hacerlo más robusto y útil a los procesos diarios de estas empresas.

Para la validación y certificación se contará, además, con el apoyo de AINIA, el Instituto Tecnológico de la Alimentación, mientras que Lumensia aportará su experiencia en el desarrollo de este tipo de biosensores fotónicos para su aplicación en la industria, que suponen una alternativa en términos de eficacia, economía y rapidez al resto de técnicas en uso.

«Las ventajas que aportará este producto contribuirán a mejorar la posición de liderazgo de nuestra industria agroalimentaria, reduciendo sus costes y garantizando más aún si cabe la seguridad de todos sus productos», ha subrayado el vicepresidente ejecutivo de la AVI, Andrés García Reche.

Por su parte, el director general de Lumensia Sensors, Santiago Simón, ha subrayado que el proyecto Bacterio permitirá situar a la Comunitat Valenciana «como referente internacional en la producción de sistemas de detección de patógenos innovadores basados en biotecnología y fotónica integrada».

La iniciativa se alinea con las conclusiones del comité estratégico de innovación especializado (CEIE) en Agroalimentación promovido por la AVI, que aboga por el desarrollo de sensores y biosensores para la detección en línea de patógenos y contaminantes.

Asimismo, también conecta con la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, conocida como RIS3, que coordina la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital. En concreto, con el eje de calidad de vida que sitúa, entre sus objetivos generales, la mejora de la eficacia y eficiencia del sistema productivo agroalimentario a través del desarrollo y uso de tecnología; así como la producción sostenible de alimentos, teniendo en cuenta factores económicos, medioambientales y un uso adecuado de los recursos naturales.
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