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El desarrollo de sistemas de producción más seguros y alimentos más funcionales, entre las propuestas de innovación en Agroalimentación

La identificación y obtención de compuestos alternativos a partir de edulcorantes e ingredientes naturales con menor contenido en azúcares, grasas y sal o la aplicación de nuevos sensores para la detección rápida de patógenos en la línea de producción, son algunas de las soluciones tecnológicas que ha propuesto el grupo de especialistas en Agroalimentación que asesora a la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) en este campo.


Como respuesta a la creciente demanda de productos saludables y con funcionalidades clínicas, este comité especializado apuesta por elevar la oferta de alimentos dirigidos a colectivos especiales, con intolerancias o alergias, de una forma más económica y sostenible. Asimismo, plantea el desarrollo de alimentos funcionales, capaces de actuar contra problemas específicos de salud, como enfermedades cardiovasculares o del sistema endocrino.

 
Con el fin de ampliar las garantías en el ámbito de la seguridad alimentaria, los representes empresariales que integran el comité, en el que también participan personal científico e institutos tecnológicos, han insistido en el desarrollo de sistemas más avanzados de clasificación e inspección en línea de producción. El objetivo es detectar y separar de forma más eficaz aquellos productos defectuosos o que no cumplen con los estándares de calidad.

 
Del mismo modo, se propone la incorporación de robots a los procesos de fabricación para reducir costes, estandarizar la calidad de la producción y garantizar la seguridad reduciendo los riesgos de contaminación por manipulación.

 
El desarrollo de nuevas estrategias y dispositivos para optimizar los sistemas de riego deficitario aplicando sólo la cantidad de agua necesaria cuándo y dónde se requiera o la planificación de la recolección en función de mapas de madurez del fruto y de las previsiones meteorológicas son otras de las áreas que ofrecen oportunidades de innovación, según los expertos. Además, consideran posible crear nuevos sistemas para agilizar la detección de plagas en fase temprana, elemento clave para garantizar la efectividad del tratamiento.

 
Este equipo de trabajo, que coordina el consejero delegado de Dulcesol, Rafael Juan, a propuesta de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), también ha analizado el desarrollo de soluciones biodegradables y compostables que minimicen el impacto medioambiental de la agroalimentación. Se aboga por explorar sistemas acelerados para la degradación de plásticos mediante procesos biotecnológicos o químicos, así como avanzar en la obtención de envases plásticos compostables.

 
En este equipo interdisciplinar participan los científicos José María García Álvarez-Coque (Universitat Politècnica de València), Cristina Molina (Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos), José Pío Beltrán (Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas) y Luis Navarro, además de María José Peris, del Instituto Tecnológico Agroalimentario (AINIA). La visión empresarial la aportan Mª Carmen Morales (Anecoop), Luis Plá (Mercadona), Raúl Martín (Embutidos F. Martínez) y Daniel Ramón (Biopolis).

 
El impacto en la Comunitat Valenciana y las herramientas necesarias para el desarrollo de estas soluciones se tratará en el último encuentro, que será la base del documento de conclusiones que presentarán ante el Comité Estratégico de Innovación (CEI) que preside Avelino Corma en las próximas semanas. Las innovaciones propuestas se difundirán a todo el tejido productivo para su posterior desarrollo e implementación.

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