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  • El Diari Oficial de la Generalitat publica la nueva convocatoria anual de la AVI, que permanecerá abierta hasta el próximo 21 de abril
  • La Agència prevé financiar alrededor de 350 proyectos de I+D+i, en los que colaborarán distintos agentes del sistema de innovación


El Consell, a través de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), ha lanzado una nueva convocatoria de ayudas en concurrencia competitiva dirigida a fortalecer y desarrollar el sistema de innovación, según ha publicado el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). 


Se trata de un nuevo llamamiento público para resolver retos de interés común a través de la I+D+i, en el que, como novedad, se reforzará tanto la participación de empresas como la dotación económica de los dos programas con mayor impacto en el tejido productivo, a fin de impulsar los proyectos estratégicos en cooperación y la consolidación de la cadena de valor empresarial.


En total, la AVI ha dispuesto un presupuesto global máximo de 48,95 millones de euros para esta nueva edición de sus programas de apoyo a la I+D+i en colaboración, que permanecerá abierta a la recepción de proyectos hasta el próximo 21 de abril.


La nueva convocatoria está cofinanciada al 60% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), a través del programa de la Comunitat Valenciana para el periodo 2021-2027, y se alinea con la nueva Estrategia de Especialización Inteligente S3, que ha diseñado la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital.


Se estima que, con la actual asignación económica, la AVI podrá financiar en torno a 350 iniciativas de innovación, que se ejecutarán en un máximo de tres anualidades, en función del tipo de programa y las características de cada proyecto.


Las seis líneas de ayuda de la Agència incentivan el desarrollo de proyectos de innovación en las empresas y facilitan la transferencia de conocimiento y sus aplicaciones al tejido productivo, fomentando, además, la colaboración público-privada y la cooperación entre centros tecnológicos y de investigación y empresas.


De hecho, la AVI requiere de la colaboración de, al menos, dos agentes del sistema para optar a cualquier tipo de incentivo, al tiempo que se continuará priorizando, como hasta ahora, aquellas iniciativas que ofrezcan respuesta a los retos y soluciones que previamente han identificado los diferentes comités de especialistas que asesoran a la entidad.


Como novedad, este año se reforzará el peso de las empresas en los principales programas de ayuda con el objetivo de estimular su participación y cooperación con otras organizaciones. Así, las mercantiles deberán asumir ahora la mitad del coste de ejecución de cada proyecto estratégico, donde también se exigirá la concurrencia de al menos una pyme entre las entidades que trabajarán conjuntamente en el desarrollo de dichas iniciativas de I+D+i.


Esta última obligación, es decir, la participación de un pequeña o mediana empresa, se extenderá también a los proyectos en colaboración que se presenten a la línea de consolidación de la cadena de valor, la segunda por volumen de fondos.


Precisamente ambos programas, que ya copaban el grueso del presupuesto de la convocatoria, experimentarán un nuevo incremento en su asignación hasta alcanzar el 70% del total. Se trata de las dos líneas que, año tras año, suscitan una mayor demanda y las que generan también un impacto más notorio en el sistema productivo, ya que están abiertas a la participación de empresas.


En el caso de los proyectos estratégicos en cooperación, la AVI ha elevado la partida económica hasta los 20,75 millones de euros, un 20% más que hace un año, para incentivar la cooperación de la comunidad científica, los institutos tecnológicos y el empresariado en el desarrollo conjunto de soluciones a retos de interés común.


De este modo, se reforzará el desarrollo de iniciativas que requieren necesariamente de la colaboración de los diferentes agentes del sistema de innovación por la complejidad y el elevado esfuerzo económico que representan.


En la misma proporción aumenta la dotación del programa de apoyo a la consolidación de cadena de valor empresarial, que contará con 13,90 millones de euros para respaldar el diseño de soluciones que impliquen novedades en productos o procesos, o bien mejoras en el intercambio de información y procedimientos de trabajo con impacto en el conjunto de la cadena de valor.


La adecuación de la convocatoria a los requisitos derivados de la financiación europea también conlleva otras novedades para las organizaciones que soliciten los incentivos de la AVI. Y es que, a partir de ahora, deberán justificar que sus proyectos de innovación no generarán ningún impacto negativo en el medio ambiente.


Por último, en el programa de Promoción del Talento se otorgará una mayor flexibilidad a los centros de investigación que concurran a la línea de agentes de innovación. En concreto, cada entidad podrá presentar un máximo 4 solicitudes, frente al máximo de tres vigente hasta la fecha.

Apoyo al talento y la transferencia

Más allá del impulso a los proyectos estratégicos y de consolidación de la cadena de valor, destaca el respaldo al programa de Valorización, transferencia y resultados de investigación a las empresas, que dispone de 7,6 millones de euros.


Estos fondos no sólo permitirán desarrollar ensayos, pruebas piloto y demostradores, sino que garantizan financiación para las Unidades Científicas de Innovación Empresarial (UCIE) constituidas en universidades y centros de investigación de excelencia.


La AVI proseguirá apoyando la atracción y retención de profesionales cualificados a través de tres líneas específicas de ayuda. Los 4,85 millones consignados a tal efecto podrán sostener la actual red de agentes de innovación, al tiempo que respaldarán a las empresas que formen a doctorandas y doctorandos industriales o que contraten personal investigador y técnico de Formación Profesional vinculados a la ejecución de proyectos de innovación.


Otra de las líneas estratégicas para la Agència, la de impulso de la Compra Pública de Innovación (CPI), superará este año el millón de euros. Este presupuesto se destinará a potenciar tanto la demanda de productos y servicios innovadores en la Administración, como a estimular a las empresas para que concurran a este tipo de licitaciones nacionales e internacionales.

Por último, se contemplan 800.000 euros para impulsar acciones de fortalecimiento del sistema valenciano de innovación. A través de este programa se pretende reforzar las estructuras de apoyo a la innovación existentes en la Comunitat, así como facilitar la difusión de la I+D+i entre las empresas.


Más de 500 beneficiarios y 139 millones concedidos


Desde 2018, un total de 520 organizaciones distintas, entre las que se encuentran empresas, universidades, centros tecnológicos y de investigación y entidades locales, se han beneficiado de las ayudas en concurrencia competitiva de la Agència Valenciana de la Innovació.


En total, la AVI ha concedido alrededor de 139 millones de euros para respaldar el desarrollo de acciones de I+D+i en cooperación con el fin de optimizar el funcionamiento del sistema de innovación de la Comunitat y potenciar las sinergias entre sus diferentes eslabones.


Las ayudas de la Agència han movilizado, a su vez, 76 millones de inversión privada que, junto a la aportación pública, han permitido desarrollar 881 iniciativas en los últimos cinco años.

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  • La AVI cofinancia junto a Feder un proyecto de la Asociación Valenciana de Agricultores, AINIA, IVIA, UV y las empresas Sinyent y Locatec
  • El sistema integra sensores e imágenes a través de drones y satélite para detectar enfermedades en fase temprana y proponer el tratamiento óptimo


La Generalitat, a través de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), financia el desarrollo de nuevas herramientas digitales para la detección y predicción temprana de las principales plagas que amenazan los cultivos de cítricos en la Comunitat Valenciana. El objetivo es diseñar un sistema de control más avanzado y preciso que permita a los agricultores hacer frente a estas enfermedades en su etapa inicial, con el fin de optimizar los tratamientos aplicados y reducir su posible impacto en el medio ambiente.


En la actualidad, en el campo valenciano conviven diferentes estrategias de gestión de los cultivos, lo que dificulta la planificación y respuesta coordinada ante una amenaza fitosanitaria. El proyecto SENSOPLAG pretende contribuir, precisamente, al desarrollo de políticas eficientes para la gestión de las nuevas plagas como una de las vías para garantizar la viabilidad del sector primario.


La iniciativa, que impulsa la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) en colaboración con el Instituto de Investigaciones Agrarias (IVIA), el centro tecnológico AINIA, el grupo de Reconocimiento de la Sostenibilidad (REDOLí) de la Universitat de València, y las empresas Servicios Agrarios Sinyent y Locatec Aplicaciones Informáticas, cuenta también con el respaldo de la AVI, que ha aportado 684.000 euros en el marco de su convocatoria de ayudas en concurrencia competitiva, que está financiada conjuntamente con la Unión Europea a través del Fondo de Desarrollo Regional (Feder).


Ante la grave amenaza que representan las nuevas enfermedades y las limitaciones de los sistemas de detección actuales, SENSOPLAG explora el desarrollo de una nueva solución, basada en un sistema integrado de herramientas digitales que permita la detección temprana, la monitorización y predicción de plagas clave como el cotonet de Sudáfrica, el ácaro rojo oriental o los insectos que actúan como vectores del greening.


El objetivo es integrar todas estas herramientas y los datos obtenidos, en una misma plataforma, con el fin de desarrollar modelos que generen, a partir de este material, información práctica para los profesionales del campo. Se está trabajando, de hecho, en un sistema de ayuda a la toma de decisiones, dirigido a agricultores y técnicos y accesible a través de una app, que no solo les permitirá interactuar para resolver sus posibles dudas, sino que les guiará en la elección de los tratamientos más adecuados y el momento óptimo de aplicación para lograr la máxima eficacia.


Actualmente el proyecto se encuentra en una fase de recopilación y análisis de los datos para su definitiva integración en el modelo. Para ello, se procesarán las imágenes satelitales, así como las tomadas con cámaras hiperespectrales integradas en drones a fin de estudiar la detección y el grado de afectación de las plagas durante los distintos periodos del año.


Cooperación en innovación


En la ejecución del proyecto participan dos centros de referencia en investigación agraria: AINIA, que acredita una extensa trayectoria en sistemas de teledetección en el campo mediante el uso de drones y robots autónomos; e IVIA, con una vasta experiencia en el desarrollo de trampas y análisis de fotos de satélite para la detección de plagas.


El conocimiento en el diseño y uso de sensores, así como el almacenamiento de los datos recabados, lo aporta el grupo REDOlí, de la Universitat de València; al tiempo que Locatec apoyará la recolección de datos a través de una app, donde los agricultores podrán cargar fotos de las posibles plagas; e implementará, en un sistema de recomendación automatizado mediante software. Los cuatro socios contribuirán al desarrollo de los algoritmos de inteligencia artificial necesarios para analizar los datos.


Los trabajos sobre el terreno corresponden a Sinyent, empresa especializada en servicios agrarios, mientras que AVA, como coordinador del proyecto, ha ejercido un papel clave en la definición de las necesidades de los profesionales del sector y garantizará, además, la implementación de este nuevo sistema entre sus potenciales usuarios finales, una vez se validen los resultados.


Para la consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Josefina Bueno, SENSOPLAG es un ejemplo paradigmático de las oportunidades que ofrece la innovación en el sector primario a través de la incorporación de tecnologías de vanguardia y del desarrollo de la agricultura de precisión.


“Proyectos como el que coordina AVA contribuirán a reducir los costes y a aumentar la productividad de los cultivos puesto que se recomendarán, en cada caso, aquellos sistemas de control biológico o productos fitosanitarios más eficaces y en su justa medida. Este nuevo modelo de gestión, apoyado en la tecnología, es también más respetuoso con el medio ambiente y con la salud de las personas, tanto aplicadores como consumidores, porque se reducirá la cantidad de químicos administrados”, ha indicado.


Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Agència, Andrés García Reche, ha subrayado que esta iniciativa es viable porque integra a todos los eslabones de la cadena, desde los usuarios finales hasta los centros tecnológicos y de investigación que lideran el desarrollo de la agricultura de precisión en la Comunitat Valenciana.


“Desde la Agència consideramos que esta línea de acción estratégica contribuirá a elevar la rentabilidad del campo y prueba de ello es que, desde 2020, hemos respaldado 27 proyectos con ayudas por valor de 7,8 millones de euros”, ha concluido García Reche.


El proyecto SENSOPLAG se alinea directamente con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en agroalimentación, que señala como uno de los retos prioritarios el impulso de la agricultura de precisión mediante tecnologías de predicción y control de la producción.  En concreto, se propone la de “optimización en la aplicación de tratamientos fitosanitarios y el uso de productos eco-compatibles en la detección y control de enfermedades y plagas”.


Esta misma iniciativa se encuadra, además, en el eje de calidad de vida de la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, RIS3, dado que permitirá incrementar la calidad y productividad de las explotaciones debido a la detección temprana de las plagas, al tiempo que se reducen los tratamientos fitosanitarios necesarios. Asimismo, el desarrollo del conjunto de sensores basados en drones, robots y sensores fijos en el campo, así como toda la tecnología de análisis de datos y recomendación de productos, se enmarca en el desarrollo de maquinaria y bienes de equipo inteligentes.

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  • La AVI financia este proyecto, que lidera el Instituto Tecnológico del Plástico en colaboración la Universitat Politécnica de València
  • Los productos obtenidos a partir de caucho reciclado presentan mejores propiedades y se aplicarán a viviendas, infraestructuras o instalaciones deportivas


La Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, a través de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), financia el desarrollo de un nuevo tratamiento para el reciclado de neumáticos que no solo es más sostenible que los procesos actuales, sino que permite obtener caucho de mayor calidad para su uso en el sector de la construcción, las infraestructuras de transporte, las instalaciones deportivas o los parques infantiles, entre otros.


Impulsado por el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), el proyecto Recicautxu pretende dar una segunda vida a las cubiertas fuera de uso, evitando su almacenamiento en vertederos, que suponen un foco de insectos y roedores y elevan el riesgo de incendios. La iniciativa cuenta con el respaldo de Agència Valenciana de la Innovación, que ha aportado 150.000 euros en el marco de la última convocatoria en concurrencia competitiva, que está financiada conjuntamente con la Unión Europea a través del Fondo de Desarrollo Regional (Feder).


En la actualidad, conviven distintos sistemas de tratamiento para estos residuos, pero todos ellos presentan deficiencias desde el prisma de la sostenibilidad, lo que ha llevado a explorar alternativas en las que el caucho triturado se mezcla con otros plásticos con el fin de reaprovecharlos como materiales secundarios en nuevos productos industriales.


Estas tecnologías, sin embargo, tienen un amplio margen de mejora, ya que las propiedades de los materiales obtenidos hasta la fecha no alcanzan los estándares de calidad necesarios.


Precisamente Aimplas, en colaboración con el departamento de Ingeniería e Infraestructuras de los Transportes de la Universitat Politècnica de València (UPV) pretende desarrollar una nueva generación de compuestos con propiedades elásticas y de resistencia a impacto mejoradas para su uso en elementos de construcción, infraestructuras de transporte, interior de edificios, instalaciones deportivas, parques infantiles o señalizaciones y sistemas de seguridad vial.


Según el responsable de este proyecto en Aimplas, Vicent Martínez en la actualidad “las aplicaciones para los residuos de caucho son muy limitadas, lo que hace necesario ampliar el abanico de procesos de transformación de este material reciclado, así como buscar nuevos productos de mayor valor añadido. En este proyecto estamos buscando mejorar la valorización de este residuo a través de procesos innovadores que permitirán obtener nuevos materiales más sostenibles dentro de una economía circular”.


Para mejorar las propiedades de estos residuos, Aimplas ha desarrollado una tecnología que revierte el proceso de vulcanizado de los neumáticos, que es un tratamiento al que se somete el caucho para incrementar su dureza y resistencia. La ventaja de este nuevo proceso es que se puede extender a otros tipos de materiales plásticos como las espumas de poliuretano, las tuberías de polietileno reticulado y los recubrimientos de cables, ampliando así las posibilidades de recuperación y reciclaje de este tipo de residuos.


Colaboración en innovación


De este modo, Recicautxu prevé poner en valor las investigaciones que Aimplas ha venido desarrollando a lo largo de los últimos años en este campo y, contará para ello con el grupo de investigación de Ingeniería Ferroviaria, adscrito al departamento de Ingeniería e Infraestructuras de los Transportes de la UPV, sobre el que recaerá la validación de los elementos producidos con materiales reciclados. El objetivo, por tanto, es someter estos productos a tests de rigidez frente a cargas, ensayos de fatiga y de amortiguación de vibraciones, entre otros.


“Cada año se recogen en España 160.000 toneladas de neumáticos usados, cuya gestión al final de su vida útil puede generar un gran impacto en el medio ambiente. Gracias a la innovación es posible obtener, a partir de residuos, nuevos productos con un elevado valor añadido, reduciendo el uso de recursos naturales, ofreciendo alternativas a las materias primarias y beneficiándose de un ahorro en costes y consumos de energía”, ha precisado la consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Josefina Bueno.


Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la AVI, Andrés García Reche, ha destacado la importancia de apoyar los procesos de transferencia de conocimiento y tecnología para que el resultado de las investigaciones que presentan aplicaciones potenciales en el tejido productivo terminen implementándose de forma efectiva en nuestras empresas y les otorguen un valor diferencial.


El proyecto RECICAUTXU se alinea, además, con la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, que sitúa entre sus prioridades en el eje de hábitat el desarrollo de materiales, productos y procesos avanzados, de bajo impacto ambiental, con nuevas aplicaciones de valor añadido, de forma sostenible y ecoeficiente.


Asimismo, la iniciativa que lidera Aimplas conecta con los retos y soluciones identificados por los comités estratégicos de innovación en Economía Circular y Hábitat Sostenible, que abogan por el desarrollo de sistemas de reciclado terciario para optimizar la valorización de residuos e implementar materiales de construcción más sostenibles.

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  • La AVI reúne a un equipo de especialistas, coordinado por el consejero delegado de Vicky Foods, Rafael Juan, para abordar las prioridades de I+D+i
  • Apuestan por impulsar una producción más sostenible y competitiva en agricultura, ganadería y pesca, así como por una mayor eficiencia en la industria

El desarrollo de alimentos y bebidas para una nutrición de precisión, dirigida a segmentos específicos de la población, como las personas de mayor edad, niños, o personas con obesidad, es uno de los nuevos desafíos a los que pretende dar respuesta el grupo de especialistas en agroalimentación, que asesora a la Agència Valenciana de Innovación (AVI) en la identificación de las prioridades de I+D+i en este ámbito de conocimiento.

El Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) que coordina el consejero delegado de Vicky Foods, Rafael Juan, plantea, de hecho, distintos retos para optimizar la producción tanto en el sector primario, como en la industria alimentaria, al tiempo que apuesta por el desarrollo nuevos productos que, con el foco centrado en el consumidor, contribuyan a impulsar una dieta más sana y equilibrada.

La reunión de este grupo multidisciplinar se enmarca en un proceso de actualización de los retos y soluciones que se formularon en 2018, y que ahora se adaptan y amplían para reflejar las nuevas tendencias y cambios regulatorios que se han producido desde entonces. Esta iniciativa incluye, además, la evaluación del impacto que han recabado dichas propuestas de innovación en las últimas convocatorias de ayuda de la AVI.

Entre los nuevos desafíos, y junto al desarrollo de nuevos alimentos y bebidas, el comité insta a incentivar una producción más sostenible y competitiva en agricultura, ganadería y pesca como una vía para elevar la rentabilidad de estas actividades, al tiempo que se reduce su impacto ambiental.

Asimismo, desde el prisma de la industria también se aboga por potenciar la elaboración eficiente, segura y sostenible de productos alimenticios y bebidas, en línea con el resto de retos priorizados en esta primera sesión de trabajo.

Para el coordinador del grupo, Rafael Juan, “la actualización de los desafíos que está llevando a cabo este CEIE demuestra que se ha producido un giro hacia la sostenibilidad y la eficiencia en las prioridades de innovación del sector agroalimentario de la Comunitat Valenciana en relación con los retos vigentes desde 2018”.

Más de 17 millones en tres años

En las tres últimas convocatorias, la Agència ha movilizado 17,3 millones de euros, entre inversión pública y privada, para financiar el desarrollo de 33 proyectos de innovación que se alinean con las conclusiones planteadas hasta ahora por este comité.

Aproximadamente la mitad de estos fondos han ido a parar iniciativas vinculadas con el desarrollo de la agricultura de precisión mediante tecnologías de predicción y control de la producción, mientras que la obtención de alimentos más saludables y el incremento de la flexibilidad y seguridad de la producción agroalimentaria se han repartido el resto.

El equipo multidisciplinar, en el que participan representantes de la comunidad científica, los institutos tecnológicos y el empresariado, mantiene la mayor parte de su composición original, que se ha reforzado con la incorporación de nuevos perfiles asociados fundamentalmente a centros tecnológicos y de investigación punteros en este ámbito.

Así, desde la esfera científica participa José María García Álvarez-Coque (UPV), Amparo López (IATA CSIC), Luis Navarro (Ato Consejo Consultivo en I+D+i), José Pío Beltrán (IBMCP CSIC-UPV) y María José Frutos (Ciagro UMH), mientras que Andrés Pascual (AINIA) representa a los centros tecnológicos de la Comunitat.

Del mismo modo, María Carmen Morales (Anecoop), Luis Plá (Mercadona), Daniel Ramón (Biopolis) y Raúl Martín (Embutidos Francisco Martínez) intervienen como especialistas del tejido productivo avalados, en este caso, por la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana.

Tras esta primera sesión de trabajo, el CEIE en Agrolimentación mantendrá un segundo encuentro en las próximas semanas en el que cerrará su propuesta de retos y soluciones, que se remitirán a su vez al Comité Estratégico de Innovación (CEI) para su validación definitiva.

A continuación, los resultados de este comité se pondrán a disposición de todos los agentes que conforman el Sistema Valenciano de Innovación, con el objeto de que puedan presentar proyectos de I+D+i a partir de la convocatoria de ayuda de la AVI correspondiente a 2024.
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  • Un grupo de especialistas promovido por la AVI y coordinado por la científica María Jesús Vicent identifica los retos a afrontar a través de la I+D+i
  • Instan a impulsar servicios de apoyo de alto valor añadido para el desarrollo de terapias avanzadas

El desarrollo de herramientas personalizadas adaptadas a cada paciente para optimizar el diagnóstico, tratamiento o la rehabilitación o la identificación de patógenos en tiempo real a través de nuevas soluciones tecnológicas son algunos de los retos que el Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en Salud propone atender de forma preferente a través de la I+D+i.

Este grupo de especialistas multidisciplinar, que asesora a la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) en la identificación de los desafíos prioritarios en este ámbito de conocimiento, ha mantenido una nueva sesión de trabajo con el objeto de revisar los resultados y evaluar el impacto que han recabado las propuestas de innovación durante estos últimos cinco años.

Además de ahondar en el desarrollo e implementación de la medicina personalizada y la cirugía de precisión, el comité que coordina la científica del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) María Jesús Vicent, también apuesta por avanzar en la identificación del riesgo de cronicidad y su prevención y control, así como la puesta en marcha de herramientas y sistemas de información que permitan mejorar la atención sanitaria en el ámbito de la salud mental y otros problemas de salud con riesgo de cronificación.

Por último, se ha planteado el diseño de soluciones y servicios innovadores de apoyo a la obtención de terapias avanzadas, que son aquellas que administran medicamentos de vanguardia basados en terapia génica, celular y/o ingeniería de tejidos.

Al respecto, Vicent ha destacado el consenso que ha alcanzado el comité en torno a la identificación de cuatro retos que, según ha indicado, se adecuan al actual escenario post pandemia y al marco de financiación que plantea la Unión Europea para impulsar las terapias de vanguardia y la personalización de la medicina.

“Con el foco situado en estos desafíos no solo mejorará la atención sanitaria que se presta a la ciudadanía, sino que contribuirá al desarrollo y consolidación de un tejido empresarial en el ámbito de la salud que sea reflejo de la excelencia investigadora que en este campo ofrece la Comunitat Valenciana”, ha indicado.

Un total de 68 proyectos financiados

Hasta la fecha, los retos y soluciones que propuso este mismo comité hace cinco años se han traducido en un total de 68 proyectos de innovación, que han movilizado a su vez más de 28 millones de inversión pública y privada.

Alrededor de la mitad de estos fondos se han destinado al desarrollo de herramientas de inteligencia artificial y Big Data para el control de la fragilidad y cronicidad de pacientes con múltiples dolencias asociadas a la edad, mientras el resto se ha distribuido prácticamente a partes iguales entre la optimización de los procesos quirúrgicos y la prevención de las infecciones hospitalarias.

El equipo multidisciplinar está integrado por representantes de la comunidad científica, los institutos tecnológicos y el empresariado, así como por profesionales sanitarios que serán los usuarios finales de estas innovaciones. Su composición apenas ha variado respecto a 2018, si bien se han reforzado los perfiles empresariales y de gestión sanitaria con nuevas incorporaciones.

El comité cuenta, por tanto, con la participación, desde la esfera científica, de Cristina Botella (Universitat Jaume I), Salvador Martínez, (Instituto de Neurociencias), Josep Redón (Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA) y Damià Tormo (Fundación Columbus), además de Javier Sánchez, del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) como parte de los centros tecnológicos.

El tejido productivo está representado por con Mara Gracia (Surgival), Francisco Sanchís (Elix Pharma) y Lorena Saus (Grupo Ascires), además de José María Lagarón (Bioinicia), que constituye una de las altas en el equipo. La segunda novedad recae sobre Esther Soler (Hospital General de Elche), que se une a María Isabel Acién (Hospital de San Juan de Alicante), para aportar la visión y necesidades de los profesionales sanitarios. 

Está previsto que el comité vuelva a reunirse en las próximas semanas para cerrar su nueva propuesta de retos y soluciones tecnológicas, que pondrá a disposición de todos los agentes que conforman el Sistema Valenciano de Innovación tras su validación por el Comité Estratégico de Innovación.

A partir del año próximo, la Agència priorizará aquellos proyectos de I+D+i que impliquen la materialización de estas iniciativas en sus convocatorias de ayuda con el objeto de incentivar su desarrollo e implementación efectiva en las empresas.

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  • La Agència respalda con cerca de 6 millones de euros una veintena de proyectos de innovación con impacto en la industria cerámica
  • Además de las vinculadas a la salud, se exploran soluciones para aprovechar los residuos de la construcción, optimizar la depuración de aguas residuales


La Generalitat, a través de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), financia el desarrollo de nuevos tipos de baldosas cerámicas y recubrimientos con propiedades biocidas, con el objetivo de reducir la incidencia de las infecciones por bacterias y hongos en centros sanitarios y evitar, además, posibles contagios por SARS-CoV-2.

En concreto, la Agència está trabajando junto a la industria cerámica en el diseño y validación de nuevas soluciones para hacer frente a este desafío sanitario a través de distintos enfoques tecnológicos.

El proyecto SINVIR, en el que participan la Universitat Jaume I de Castellón, el Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMME) y la empresa Vernís, especializada en la fabricación y comercialización de fritas, esmaltes, colores y tintas cerámicas están trabajando en nuevas sustancias antisépticas aplicables a los materiales cerámicos, los recubrimientos para metal y madera y los laminados que se usan en la fabricación de muebles, revestimientos de suelos y paredes, puertas, y manivelas, entre otros.

Asimismo, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y las empresas Keraben Grupo y Colorobbia España, especializadas en la producción de pavimentos y revestimientos cerámicos y en fritas, pigmentos y otros productos para la industria azulejera y del vidrio, respectivamente, cooperan en la ejecución del proyecto VIRUCER, que cuenta también con el respaldo de la AVI.

En el marco de esta iniciativa se están desarrollando baldosas cerámicas de revestimiento y pavimento con capacidad para inactivar virus en espacios interiores y exteriores mediante la funcionalización de sus superficies con recubrimientos avanzados. La idea es seleccionar aquellos agentes biocidas capaces de integrarse en la estructura cerámica y de mantener su actividad tras el proceso de cocción a fin de evitar posibles contagios.

Ambas iniciativas forman parte de la veintena de actuaciones de I+D+i en las que participa la industria cerámica y que cuentan con la financiación de la Agència. Se trata de proyectos focalizados en la salud, la movilidad o la economía circular, que expanden el ámbito de aplicación de los productos cerámicos y contribuyen a diversificar la actividad del sector y amplían su negocio.

Más de 6 millones en innovación

Así, los cerca de 6 millones de euros aportados por la AVI están permitiendo a la industria aprovechar los residuos del sector de la construcción como materia prima para nuevos productos, diseñar nuevos envases cerámicos para uso alimentario, fabricar componentes para el sector del automóvil, impulsar la robotización y la incorporación de la Inteligencia Artificial a los procesos u optimizar la depuración de los flujos de aguas residuales gracias a la utilización de membranas cerámicas.

La Agència Valenciana de la Innovació también impulsa la transferencia de conocimiento y tecnología al conjunto de la industria azulejera a través del ITC, que se ha integrado desde 2019 en la red de agentes de innovación de la AVI.

El desarrollo de soluciones tecnológicas para reducir, neutralizar y eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en Descarbonización, es otra de las líneas de acción con impacto en las empresas de este sector, que la AVI priorizará en la próxima convocatoria de ayudas en concurrencia competitiva. El objetivo, en este caso, es ayudar al clúster a reducir su huella ambiental y a adaptarse a la nueva regulación en esta materia.

“La industria cerámica está demostrando su gran capacidad para hacer frente, a través de la innovación, a retos de índole social, medio ambiental o sanitarios”, ha subrayado el vicepresidente ejecutivo de la AVI, Andrés García Reche, quien ha recordado que los productos fabricados en Castellón suponen más del 11 % de todas las exportaciones de la Comunitat Valenciana.

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  • La Agència Valenciana de la Innovació reúne a un equipo de personas expertas para actualizar las propuestas de I+D+i consensuadas en 2018

  • Abogan por eliminar barreras y facilitar el acceso a las soluciones tecnológicas y mantienen los incentivos a la digitalización empresarial


La Agència Valenciana de la Innovació (AVI) ha destacado que el desarrollo de herramientas biotecnológicas y nuevos materiales para lanzar nuevos productos y mejorar los procesos industriales de fabricación son algunos de los nuevos desafíos a los que pretende dar respuesta el Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en Tecnologías Habilitadoras, que engloba no solo a las disciplinas propias de la digitalización, sino también la robótica o la nanotecnología, entre otras.

Este órgano asesor de la AVI se ha reunido de nuevo en la Casa de los Caracoles de Castelló para evaluar el impacto que han obtenido sus propuestas de innovación en las últimas convocatorias de ayuda, así como para actualizar los retos considerados prioritarios en este ámbito de conocimiento.

El comité, coordinado por el científico Francisco Blanes, de la Universitat Politècnica de València (UPV), también ha identificado como prioritaria la mejora de la accesibilidad y la eliminación de barreras en las soluciones tecnológicas, desde el punto de vista de la facilidad de uso, la seguridad o los consumos energéticos.

En este sentido, Blanes ha destacado que la digitalización debe hacerse accesible a toda la sociedad, una reflexión que ha suscitado el consenso entre las personas expertas que forman parte del comité. De hecho, se ha instado a completar los desarrollos oportunos para reducir la barrera del aprendizaje, que es uno de los principales obstáculos responsables de la brecha digital.

Los retos y soluciones que este grupo de especialistas propuso en 2018 han logrado movilizar hasta la fecha alrededor de 30 millones de euros, entre inversión pública y privada, para financiar un total de 71 proyectos de innovación.

El desarrollo de iniciativas para optimizar las operaciones de las empresas a través de la digitalización ha acaparado la mayor parte de estos fondos, según se ha expuesto en el transcurso de este encuentro, en el que se ha acordado mantener este desafío entre los preferentes, dado el interés que ha suscitado y la necesidad de mantener los incentivos para que todas las empresas completen este proceso.

El equipo multidisciplinar, en el que participan representantes de la comunidad científica, los institutos tecnológicos y el empresariado, mantiene el grueso de su composición original, que ha reforzado con la incorporación de nuevos perfiles vinculados a los centros tecnológicos y empresas privadas con un elevado componente tecnológico.

De este modo, el comité cuenta con la participación de los científicos Nuria Oliver (Fundación ELLIS Alicante), José Duato (Universitat Politècnica de València) y Javier Martí (Centro de Tecnología Nanofotónica), además del coordinador Francisco Blanes.

Los centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana están representados por Laura Olcina (ITI) y Eduardo Calabuig (Inescop), que constituye una de las novedades junto a Vicente Navarro (Bioithas) y Enrique Silla (Jeanología). Ambos se suman a Francisco Gavilán (Nunsys) y Ramón Debón (Colorker) como expertos del tejido productivo avalados, en este caso, por la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV).

Asimismo, también se ha incorporado en calidad de invitado el director de Inndromeda, Óscar Sánchez, en representación de esta alianza para el desarrollo y difusión de las tecnologías habilitadoras, donde se integran las cinco universidades públicas, los centros tecnológicos y de investigación, el CSIC y las empresas de la Comunitat Valenciana, entre otras entidades y organizaciones.

El comité volverá a reunirse en las próximas semanas para definir su nueva propuesta de soluciones tecnológicas, que se remitirá al Comité Estratégico de Innovación (CEI) para su validación, antes de ponerse a disposición de todos los agentes que conforman el Sistema Valenciano de Innovación. Con el fin de incentivar su desarrollo e implementación efectiva en las empresas, la Agència priorizará a partir de 2024 aquellos proyectos de I+D+i que impliquen la materialización de estas iniciativas.

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  • Isabial, junto a Fisabio, AIJU y la empresa New Horizons, desarrolla este proyecto de medicina de precisión con los incentivos de la AVI
  • La AVI e Isabial mantienen una reunión de trabajo donde analizan los 8 proyectos que han obtenido el respaldo de la Agència

El Consell financia, a través de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), el desarrollo de una plataforma virtual, basada en inteligencia artificial, aplicada al diagnóstico precoz y seguimiento de tumores cerebrales con el fin de ofrecer soluciones clínicas específicas a las necesidades de cada paciente.

El objetivo de esta iniciativa, que coordina el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial) junto a Fisabio, AIJU y la empresa New Horizons, es analizar los datos clínicos de las personas afectadas, tanto imágenes como estudios moleculares y genéticos, para optimizar la identificación y clasificación de nuevos casos, así como para evaluar posibles marcadores de utilidad clínica y terapéutica, mediante una interfaz de manejo fácil e intuitivo.

El investigador principal de este proyecto es Luis Miguel Valor, de Isabial.

El proyecto GLIO-IA, financiado por la AVI y la Unión Europea a través del programa Feder, es una de las iniciativas que la Agència e Isabial han abordado durante una reunión de trabajo en el centro de investigación, en la que han repasado el estado de las distintas actuaciones que ambas entidades están llevando a cabo en cooperación.

En concreto, el instituto alicantino ha obtenido desde 2020 más de un millón de euros de la AVI, en el marco de su convocatoria de ayudas en concurrencia competitiva, para el desarrollo de 8 iniciativas de I+D+i.

Estos trabajos dotarán a los facultativos de un sistema inteligente de apoyo a la toma de decisiones clínicas, una herramienta para el análisis avanzado de textos científicos a través del procesamiento de lenguaje natural, y nuevos instrumentos para planificar de forma más precisa la extirpación de tumores cerebrales, entre otros desarrollos.

La financiación de la AVI también ha ayudado a amplificar las sinergias que genera la incorporación de las tecnologías habilitadoras en la investigación biomédica y ha intensificado la transferencia de conocimiento hacia la incipiente industria de la salud, gracias al desempeño de los dos agentes de innovación de Isabial, una figura impulsada por la Agència para conectar las esferas científica y empresarial.

Impulso a la Compra Pública Innovadora

En el encuentro, en el que han participado el vicepresidente ejecutivo y la secretaria general de la AVI, Andrés García Reche y Olivia Estrella, respectivamente, y una amplia representación de Isabial, encabezada por la gerente y la subdirectora científica, Elena Bertomeu y Cristina Alenda, así como el director gerente del Departamento de Salud Alicante-Hospital General, Miguel Ángel García Alonso junto al equipo de dirección del Departamento de Salud; también se ha analizado el proyecto de Compra Pública Innovadora (CPI) que impulsa este centro, el primero focalizado en un hospital de la Comunitat Valenciana, el Doctor Balmis de Alicante.

En este caso, el objetivo de Isabial es diseñar e implementar una estrategia que permita situar al centro de investigación sanitaria y biomédica como agente tractor de la innovación en salud, bien ofreciendo sus capacidades para el desarrollo de soluciones a retos del sistema sanitario, bien demandando nuevos dispositivos al sector privado para responder así a las necesidades asistenciales de la población.

La subdirectora científica de Isabial, Cristina Alenda, ha agradecido a la AVI que “haya puesto en valor la elevada calidad científica de los proyectos que se llevan a cabo en Isabial”. En este sentido, Cristina Alenda, ha indicado que “nuestro objetivo es llevarla al tejido empresarial para que puedan dar respuesta a las ideas y necesidades identificadas en el área sanitaria por nuestra comunidad científica para mejorar la calidad asistencial”.

Por su parte, García Reche ha destacado que el instituto alicantino se erige ya en uno de los referentes en investigación sanitaria de la Comunitat y ha insistido en que la apuesta por la CPI contribuirá a configurar un sector empresarial centrado en la salud y el bienestar que refleje la calidad científica de las investigadoras e investigadores que desarrollan su actividad en este ámbito.

“Desde la AVI consideramos prioritario diversificar la economía hacia este territorio de alto valor añadido y prueba de ello es que desde 2020 hemos destinado más de 23 millones de euros para incentivar el desarrollo de soluciones a los grandes desafíos que ha de afrontar nuestro sistema sanitario”, ha concluido.

Isabial es un espacio de investigación biomédica y multidisciplinar orientado a la investigación básica, clínica, epidemiológica y en servicios de salud, fruto de la colaboración de grupos de investigación del Departamento de Salud Alicante-Hospital General, la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.

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  • La Agència presenta su nueva convocatoria de apoyo a la innovación en una jornada informativa organizada en colaboración con Alicantec


La Generalitat ha impulsado, a través de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), un total de 147 proyectos innovación en el ámbito de las tecnologías habilitadoras, que comprenden disciplinas con un gran impacto en el tejido productivo como la robótica, la nanotecnología o la biotecnología, además de las propias de la digitalización.


El vicepresidente ejecutivo de la AVI, Andrés García Reche, ha realizado este balance durante el desarrollo de una jornada para informar de la próxima convocatoria de ayudas en concurrencia competitiva, que se ha organizado en colaboración con Alicantec y en la que han participado una veintena de entidades.


Las iniciativas respaldadas ofrecen respuesta a los principales desafíos del sistema productivo mediante la incorporación de tecnologías disruptivas, que optimizan los procesos, mejoran la gestión y abren nuevas vías y modelos de negocio.


La mayor parte de los proyectos que han obtenido el respaldo de la Agència se alinean con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en tecnologías habilitadoras, un grupo experto constituido por representantes de la comunidad científica, los institutos tecnológicos y el empresariado, que ha identificado oportunidades de I+D+i en este ámbito.


Más control y eficiencia en la industria


A través de estos incentivos, los agentes del sistema de innovación colaboran en el desarrollo de nuevas soluciones para optimizar las operaciones en las empresas mediante la incorporación de las tecnologías de la digitalización, como la Inteligencia Artificial, el Big Data o el Internet de las Cosas; el desarrollo de sistemas de visión artificial más robustos mediante la configuración de nuevos algoritmos; o la puesta en marcha de soluciones que eleven la eficiencia en la generación, almacenamiento y gestión de las energías renovables.


Los fondos de la Agència están permitiendo monitorizar y predecir las averías en la industria de la automoción mediante inteligencia artificial, desarrollar cirugías más precisas a través de sistemas de marcado de regiones tumorales avanzados o establecer una plataforma para el despliegue y gestión de flotas de vehículos autónomos y robots logísticos en pymes, entre otros proyectos.


La vigilancia mediante visión e inteligencia artificial en áreas industriales, la monitorización y control de la calidad del aire en núcleos urbanos o el diseño y validación de un sistema inteligente de evaluación de la salud estructural de los puentes son otros ejemplos de las iniciativas que se están llevando a cabo con el respaldo de la AVI y de los Fondos de Desarrollo Regional (Feder), que cofinancia desde 2021 estas convocatorias.


En la apertura de la jornada, el vicepresidente de Alicantec, Joaquín Garrido, ha subrayado la necesidad de consolidar un polo de innovación en la provincia de Alicante vinculado al desarrollo tecnológico y ha animado a las empresas y organizaciones presentes a configurar alianzas con el fin de aprovechar los incentivos a la I+D+i que ofrece la Agència.


Del mismo modo, el cofundador de Alicantec y presidente de 1MillionBot, Andrés Pedreño, ha destacado el potencial de la provincia en este ámbito de conocimiento y ha recordado el compromiso de la organización con el desarrollo de la economía digital y los sectores de futuro basados en tecnología.


A continuación, la AVI ha presentado los distintos programas de ayuda, con el foco situado en los proyectos estratégicos en colaboración y de cadena de valor, así como en los incentivos a la incorporación de personal investigador y técnico, dado que todos ellos están abiertos a la participación de empresas.


Además, se han llevado a cabo una decena de reuniones bilaterales con entidades interesadas en concurrir en la próxima convocatoria con el fin de resolver dudas y recibir asesoramiento en relación al proceso.

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  • Josefina Bueno asegura que la Generalitat apuesta por poner la innovación y la inteligencia artificial en el centro de la investigación médica para conseguir una sanidad de excelencia


Un test rápido para diagnosticar y predecir la evolución de la sepsis y el shock séptico; un sistema robotizado dirigido a personas con diversidad funcional o en proceso de rehabilitación, que controla los movimientos de la muñeca y el antebrazo; o nuevas sustancias biocidas y materiales antimicrobianos que previenen las infecciones hospitalarias son algunas de las innovaciones que se han desarrollado con el apoyo de la Generalitat en el ámbito de la salud, a través de las ayudas que otorga la Agència Valenciana de la Innovació (AVI).


La búsqueda de soluciones a los principales retos sanitarios que, además, contribuyan a consolidar un nuevo sector empresarial, constituye una de las líneas estratégicas de la AVI, que desde 2020 ha financiado más de un centenar de proyectos de innovación relacionados con el desarrollo de la cirugía robótica, la monitorización no invasiva y la medicina personalizada y de precisión, entre otras tecnologías y disciplinas de vanguardia.


Para la consellera de Innovación, Ciencia, Universidades y Sociedad Digital, Josefina Bueno, “esta apuesta por poner la innovación y la inteligencia artificial en el centro de la investigación médica responde a la prioridad de este Consell: dedicar todos los recursos a una sanidad de excelencia que permita prevenir una de las principales causas de muerte en el mundo como es la sepsis”.


Avalado por especialistas


La apuesta por estimular la innovación en este ámbito se sustenta en las propuestas del Comité Estratégico de Innovación (CEI), un órgano consultivo integrado por representantes de la comunidad científica, los institutos tecnológicos y el empresariado, que considera prioritario aprovechar las oportunidades de I+D+i relacionadas con la salud y el bienestar para elevar el valor añadido y la competitividad de la economía de la Comunitat Valenciana.


Hay que señalar que una quinta parte de los proyectos respaldados por la AVI responden a retos y soluciones que previamente han consensuado un grupo de especialistas en salud. Dicho comité aboga en su informe de conclusiones por incorporar tecnologías como la inteligencia artificial o el Big Data para monitorizar de forma no invasiva patologías crónicas y de la tercera edad, así como optimizar los procesos quirúrgicos, a fin de reducir los posibles efectos secundarios y prevenir las infecciones dentro de los centros sanitarios.


Precisamente, para reducir su incidencia, la AVI ha destinado más de cinco millones de euros en ayudas a 26 iniciativas de I+D+i, que atacan esta problemática desde distintos puntos de vista. Así, se han diseñado nuevas sustancias bactericidas que, aplicadas al mobiliario hospitalario, son capaces de reducir hasta en un tercio el riesgo de contagio. Se trata del proyecto MOBACT, en cuyo desarrollo han cooperado el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), el Instituto de Tecnología de los Materiales de la Universitat Politècnica de València (ITM UPV) y las empresas Industrias TAYG y Lamberti Iberia.


En la misma línea, el proyecto Multicide ha validado cuatro formulaciones antimicrobianas altamente efectivas, que no solo desinfectan superficies en entornos clínicos, sino que evitan la recolonización en las zonas ya tratadas. El Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto entre CSIC y UPV y la empresa Betelgeux, se han sumado, en este caso, a Aimplas, ITM-UPV e IIS La Fe en la ejecución de los trabajos.


El desarrollo de un test rápido para diagnosticar y predecir la evolución de la sepsis y el shock séptico, una de las principales causas de muerte en todo el mundo, es otro de los retos que ha afrontado el Sistema Valenciano de Innovación con apoyo de la AVI. El proyecto HISTSHOCK, impulsado por Incliva, ha cumplido este objetivo combinando el análisis de biomarcadores y algoritmos de inteligencia artificial para identificar de forma temprana pacientes que necesitarán terapias de soporte vital. El kit de diagnóstico se encuentra en la actualidad a la espera de obtener el permiso de las autoridades sanitarias.


Asimismo, la Universidad Miguel Hernández, en colaboración con el Instituto Tecnológico del Calzado, Inescop, ha validado un sistema robótico vestible, que puede utilizarse en procesos de rehabilitación, tanto en entornos hospitalarios como desde casa; además de para la asistencia a personas con diversidad funcional que no puedan controlar los movimientos de la muñeca y del antebrazo.


El dispositivo, que ya se ha probado con éxito en pacientes con distintas patologías, ofrece soluciones personalizadas a las necesidades específicas de cada persona usuaria, gracias al sistema de monitorización y los algoritmos de inteligencia artificial que son capaces de ajustar, en cada caso, el grado de asistencia.

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