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  • ITERA, UPV, Nunsys, V2 Charge, Next Electric Motors e Itene colaboran en el desarrollo de esta iniciativa que impulsa la eficiencia en la recarga de baterías
  • Estas estaciones de recarga y sustitución permitirán combinar diversas tecnologías de recarga en función de la demanda y disponibilidad de las diferentes fuentes de energía

La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo que dirige Nuria Montes, financia un proyecto para el desarrollo de estaciones de recarga y sustitución de baterías “inteligente” que permita emplear en cada instante la fuente energética más eficiente.

La empresa coordinadora, ITERA; la Universitat Politècnica de València; las empresas Nunsys, V2 Charge, Next Electric Motors y el centro tecnológico Itene colaboran en esta iniciativa que pretende optimizar los elementos de la estación de recarga (sistemas de carga, gestión térmica y energética) de los vehículos eléctricos.

Este proyecto cuenta con el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.

El objetivo de este desarrollo, denominado CLEANERGY, es investigar las formas de crear una estación de recarga y sustitución de baterías avanzada, con un enfoque modular e inteligente. La idea principal es lograr la mayor eficiencia posible con la combinación de diversas tecnologías de recarga, adaptándose dinámicamente a la demanda y disponibilidad de dichas fuentes. En esencia, se trata de ofrecer mayor flexibilidad en la elección de las fuentes en función de las condiciones del momento.

Estas nuevas instalaciones permitirán, con algoritmos de inteligencia artificial, emplear en cada instante la fuente energética más eficiente, teniendo en cuenta los costes y emisiones contaminantes que generan las diferentes energías. Actualmente, el proyecto lleva apenas un año y por el momento se han obtenido resultados “prometedores” desde el punto de vista de la simulación.

Colaboración en el desarrollo del proyecto

Además de coordinar la iniciativa, ITERA aporta su experiencia en la gestión energética e intercambio de baterías, mientras que la UPV se encarga también de la gestión energética y la térmica. Por su parte, Nunsys está trabajando con los algoritmos de inteligencia artificial, las comunicaciones y manejos de datos para la detección de la mejor fuente de energía. Por último, V2 Charge desarrolla los sistemas de carga de baterías, Next Electric Motors el vehículo objetivo para hacer las pruebas e ITENE todo lo relacionado con la movilidad del proyecto.

Este proyecto se alinea con las conclusiones de los comités estratégicos de innovación especializados (CEIE) en automoción, movilidad sostenible, economía circular y tecnologías habilitadoras, impulsando así la implantación de una red de estaciones de recarga inteligente que promueva la electrificación del parque móvil de vehículos de la Comunitat Valenciana. Asimismo, CLEANERGY se enmarca en la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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  • Aimplas, la UPV, la UV y las empresas Intercontrol Levante y Seqplexing participan en el desarrollo de este proyecto estratégico
  • La iniciativa permitirá conocer los hábitos y el estilo de vida de la población de los diferentes barrios que componen la ciudad de València


La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, financia el desarrollo de un proyecto para detectar, identificar, cuantificar y caracterizar los contaminantes emergentes, presentes en las aguas residuales de la ciudad de València, tales como fármacos y otras sustancias químicas y materiales potencialmente peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. 


Este novedoso sistema de análisis y control de la red de saneamiento, a partir de técnicas epidemiológicas similares a las que ya se emplearon para monitorizar la presencia del virus SARS-COV-2 durante la pandemia, también analizará la evolución de estos compuestos una vez que dichos caudales de agua se han sometido a tratamiento. De este modo, se recogerá información valiosa sobre los hábitos y el estilo de vida de la población en diferentes zonas de la ciudad.


Este proyecto estratégico, bautizado como Moresan, es el resultado de la colaboración del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV), el grupo Calagua de la Universitat de València (UV) y las empresas Intercontrol Levante y Seqplexing.


Además, cuenta con el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.


Gracias a esta iniciativa, se obtendrá información relacionada con el consumo de antibióticos y la presencia de otros contaminantes potencialmente peligrosos, como los microplásticos, aplicando las lecciones aprendidas durante la crisis de la COVID-19.


“Con la pandemia se comprobó el potencial de la monitorización de las aguas residuales para evaluar la incidencia y prevalencia del virus en la población. Además, puso de manifiesto la importancia de que una sectorización adecuada en la cuenca permite establecer la relación entre la carga viral medida en las muestras de aguas residuales y los habitantes infectados en la cuenca”, destaca Joaquín Serralta, investigador principal del IIAMA en el proyecto.


“La identificación y selección de los contaminantes emergentes objeto de estudio corresponde a Aimplas y se realizará en función de su incidencia y peligrosidad. Entre ellos se encuentran los antibióticos por tratarse de sustancias directamente relacionadas con la presencia de genes resistentes, así como otros contaminantes de interés como los microplásticos o las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS)”, explica María Lorenzo, la investigadora principal de Aimplas en el proyecto.


La iniciativa, que ha arrancado este año, contará con la colaboración del Ayuntamiento de València, a través del servicio del Ciclo Integral del Agua, y la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), lo que permitirá el acceso a puntos de muestreo en la red de alcantarillado y en las estaciones depuradoras para hacer el seguimiento de estas sustancias y compuestos a lo largo del proceso de depuración. Esta información ayudará a llevar a cabo acciones que minimicen su impacto tanto en el alcantarillado y las depuradoras, como en el medio natural.


Desarrollo de modelos predictivos


En la actualidad no existen protocolos estandarizados para el análisis de los contaminantes emergentes en las redes de saneamiento de zonas urbanas. Es más, el proceso de monitorización resulta costoso y los datos obtenidos son difícil de interpretar. Es por ello que el proyecto Moresan apuesta por el desarrollo de modelos predictivos capaces de estimar la concentración de estos químicos con un menor número de campañas de muestreo, puntos de recogida y número de analíticas a realizar.


“A partir de las muestras tomadas durante las diferentes campañas de muestreo que se efectuarán en la red de saneamiento, el trabajo del grupo Biomica del IIAMA y la empresa de secuenciación Seqplexing se centrará principalmente en la preparación, extracción de ADN y ARN y su acondicionamiento para su posterior secuenciación con el objetivo de detectar genes resistentes a los antibióticos”, explican José Luis Alonso, responsable de este grupo de investigación del IIAMA y Carmen Iborra, directora científica de Seqplexing.


Con los resultados obtenidos se generará una base de datos que pondrá en relación los valores de los contaminantes por fecha y localización geográfica, y los parámetros ambientales convencionales como temperatura, caudal, estacionalidad, nivel socioeconómico o presencia de centros sanitarios, entre otros.


Análisis de los factores socioeconómicos


La incorporación de factores socioeconómicos es otro de los aportes novedosos del proyecto, ya que permitirá vincular la presencia de micro contaminantes con aspectos como el tipo de barrio (residencial o comercial), el nivel de ingresos o la distancia entre los puntos de muestreo y hospitales, clínicas u otros lugares de interés, según explica el investigador de Calagua, Luis Borrás. Dicha labor será llevada a cabo fundamentalmente por especialistas de este grupo de investigación, conformado por la Universitat de València y la Universitat Politècnica de València.


“Contemplar los factores sociológicos es algo novedoso porque permitirá obtener información adicional sobre los patrones de contaminación en función de las características socioeconómicas de los diferentes barrios y zonas de la ciudad”, concluye José Ferrer, responsable del Grupo Calagua-UPV.


Esta iniciativa se alinea con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en economía circular, que aboga por el desarrollo de técnicas de reciclado terciario y de tratamientos de depuración más eficientes. Asimismo, Moresan se enmarca dentro de los pilares de la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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  • La UPV lidera este proyecto estratégico en el que colaboran Industrias Alegre, Radiadores Ordóñez, Itera, Nutai y Sinfiny Smart Tecnologies
  • Las tecnologías aplicadas se han validado en un prototipo de paquete de baterías que ofrece una mayor densidad y potencia energética



La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo que dirige Nuria Montes, ha financiado el desarrollo de un paquete de baterías escalable para vehículos eléctricos con el fin de validar las tecnologías consideradas esenciales para mejorar la autonomía, la seguridad y la sostenibilidad de estos dispositivos.


Este proyecto estratégico, bautizado como DETEBAT-VE, está coordinado por la Universitat Politècnica de València (UPV), a través del Instituto de investigación CMT – Mobility & Thermofluids, que coopera con las empresas Industrias Alegre, Nuevas Técnicas de Automatización Industrial (Nutai), Radiadores Ordóñez, Sinfiny Smart Technologies e Itera Mobility Engineering.


La iniciativa cuenta, además, con el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027. 


El objetivo de DETEBAT-VE radica en el desarrollo de nuevas baterías que mejoren las prestaciones de las ya existentes en el mercado. Para ello, se han desarrollado metodologías de diseño óptimo de componentes y aplicado soluciones innovadoras de fabricación, orientadas a mejorar la densidad y potencia energética de los módulos que componen el paquete. 


Precisamente, la densidad y la potencia energética de las baterías determinan la autonomía y las prestaciones de los vehículos eléctricos. Una mayor densidad energética permite almacenar más energía en menos espacio, lo que resulta en una mayor autonomía. Por otro lado, una mayor potencia energética reduce el tiempo de carga y proporciona una aceleración más eficiente.


Además, se han desarrollado estrategias de control auto adaptativo para la gestión térmica inteligente del paquete de baterías, con el objeto de mantener una temperatura adecuada que optimice su rendimiento, prolongue su vida útil y garantice su seguridad.


En la definición de los procesos y tecnologías se han tenido en cuenta las emisiones indirectas de CO2 derivadas tanto de la producción y recarga de las baterías, como de su reciclaje al final de su vida útil, a fin de minimizar su impacto en el medio ambiente y hacerlo compatible con los objetivos previstos por la Comisión Europea.


Demostrador tecnológico


A través de este proyecto, que ha concluido con un demostrador tecnológico, se ha definido un paquete de baterías de unos 50 kilovatios-hora y 400 voltios, que permite una autonomía de unos 300 kilómetros en segmentos de vehículos tipo SUV que cumplen con la regulación de emisiones de dióxido de carbono (CO2) prevista para el año 2030.


El prototipo resultante consta de un paquete de 14 módulos. Cada uno de ellos pesa 16,7 kilogramos y ofrece una capacidad de 220 vatios-hora por kilo. Asimismo, la cantidad de energía que puede almacenar en función del volumen, lo que se conoce como densidad volumétrica, alcanza los 418 vatios-hora por litro (Wh/l). En ambos se sitúa ligeramente por encima de los parámetros estándar en este mercado.


El consorcio de entidades que participan en DETEBAT-VE está coordinado por el Instituto de investigación CMT – Clean Mobility & Thermofluids de la UPV, que se ha encargado de definir las especificaciones del paquete de baterías, del diseño del sistema de refrigeración y del sistema de control, así como de la validación técnica del prototipo final.


Sin embargo, en el proyecto han cooperado directamente hasta cinco empresas: Itera Mobility Engineering, que ha contribuido a definir el pliego de condiciones y los indicadores de desempeño; Industrias Alegre, responsable de la fabricación de las carcasas de los módulos; Radiadores Ordóñez, que ha producido la placa de refrigeración y las piezas de conexión; Sinfiny Smart Tecnologies, que ha contribuido a determinar las especificaciones del proceso productivo y Nutai, que llevado a cabo el montaje del pack y la validación industrial.


La iniciativa responde a las conclusiones de los comités especializados en Movilidad, Transporte e Infraestructura; Tecnologías habilitadoras y Automoción y Movilidad Sostenible, que abogan por impulsar innovaciones que contribuyan a reducir las emisiones de CO2, impulsen las energías renovables y reduzcan las emisiones de CO2, y optimicen los sistemas de gestión térmica de los vehículos. DETEBAT-VE se alinea con los ejes principales de la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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  • La Universidad de Alicante, ISABIAL y Difusión Comunicación Integral S.L colaboran con otros agentes del sistema de innovación en el desarrollo del proyecto 
  • Esta plataforma de análisis facilitará la toma de decisiones a los grupos científicos mediante la detección de tendencias en un vasto recopilatorio de textos especializado

La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, financia el desarrollo de un programa de análisis avanzado de texto que es capaz de entender y representar el contenido y relaciones de los documentos científicos con el objetivo de identificar tendencias de investigación de forma mucho más rápida y accesible. 


El grupo de investigación en Procesamiento del Lenguaje Natural (GPLSI) del departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos (DLSI) de la Universidad de Alicante; el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL) y la agencia Difusión Comunicación S.L son los impulsores de esta iniciativa, que optimiza el proceso recopilatorio de datos. Un trabajo para el que, además, cuentan con el apoyo de diferentes agentes del sistema valenciano de innovación. 


Este proyecto tiene el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.


El objetivo de este desarrollo, que utiliza Procesamiento de Lenguaje Natural (NLP) para que la Inteligencia Artificial (IA) pueda comprender todo el contexto del lenguaje humano, es el de desarrollar una arquitectura tecnológica flexible, escalable y robusta destinada al procesamiento y gestión de datos masivos que conforman la base de los análisis avanzados. 


Además, se prevé el diseño y ejecución de una prueba piloto que permita validar y evaluar la efectividad de las tecnologías desarrolladas en un contexto real, aplicándolas en un ámbito clave como el sector sanitario. 


En este sentido, la plataforma permite lograr mejores resultados y un mayor conocimiento en el ámbito de la salud mediante el análisis de los documentos digitales de carácter científico-técnico, disponiendo de una herramienta de valor para los centros de investigación sanitaria.


Aun así, esta aplicación no solo se limita al campo sanitario, sino que su uso potencial podría extenderse a otros sectores de actividad. Los buenos resultados que el prototipo obtuvo en los ensayos de laboratorio garantizan la “extracción de conocimiento” de cualquier compilación de datos y constituye un elemento diferenciador del proyecto.


Cooperación con otros agentes


La iniciativa nace de la cooperación entre el GPLSI de la Universidad de Alicante, referente en la investigación en el ámbito del procesamiento del lenguaje natural y las tecnologías del lenguaje humano, que desde 1993 trabaja en el subcampo de la Inteligencia Artificial; junto al Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), que conforma un espacio de investigación biomédica multidisciplinar integrado por el Departamento de Salud Alicante-Hospital General, la Universidad de Alicante y la Universidad Miguel Hernández. Completa este consorcio la agencia Difusión Comunicación S.L, una empresa de comunicación integral especializada en el ámbito de la publicidad y el marketing digital.


No obstante, en el desarrollo y validación de T2KNOW también colaboran diferentes centros tecnológicos como el Instituto Tecnológico de Informática (ITI), dedicado a la investigación, desarrollo e innovación en el campo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC); o el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), referente en este sector. Por último, la plataforma también ha mantenido contactos con entidades validadoras como INCLIVA o Vicky Food, entre otras. 


Este proyecto se alinea con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en Tecnologías Habilitadoras, que insta al desarrollo de plataformas, servicios y modelos de analítica avanzada y visualización de datos que ayuden a la toma de decisiones (Business Intelligence). Asimismo, T2KNOW se enmarca en la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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  • Global Omnium, con la colaboración del Instituto de Investigación CEBAS-CSIC, está investigando la combinación de tecnologías avanzadas de depuración más eficiente para la reutilización segura del agua residual
  • Este proyecto contribuirá al necesario aprovechamiento del agua en el actual contexto de déficit de recursos hídricos en la Comunitat Valenciana


La Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, respalda el desarrollo de un proyecto para la reutilización segura de aguas residuales mediante la combinación de nuevos tratamientos avanzados, que mejoran su calidad final.


La empresa encargada del abastecimiento y gestión de aguas en la Comunitat Valenciana, Global Omnium, con la colaboración del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC), pretende desarrollar y validar nuevos procesos para mejorar la calidad de las aguas residuales tratadas, permitiendo así su posterior reutilización.


Este proyecto cuenta con el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y la financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.


El objetivo de esta iniciativa, denominada AIGUAD9, es la combinación de diferentes tecnologías avanzadas de depuración que sean más eficientes en la búsqueda de obtener un recurso hídrico de alta calidad que, además, cumpla con el nuevo Reglamento Europeo de Reutilización.


Esta nueva tecnología contribuirá a mitigar uno de los grandes problemas en la Comunitat Valenciana: la escasez de recursos hídricos. AIGUAD9 permitirá dotar de una segunda vida al agua residual tratada, cooperando así en la protección del medio ambiente y en la lucha contra los efectos negativos del cambio climático.


Este proyecto no sólo evalúa la eliminación de microorganismos patógenos, sino que su valor diferencial radica en la combinación de diversas tecnologías para la eliminación también de contaminantes de preocupación emergente, que se validarán en un entorno real, para lograr una eficacia mayor que los tratamientos actuales.


Con este fin, se ha construido una planta piloto, donde se estudia con detalle la efectividad de cada tecnología en la eliminación de parámetros físico-químicos de las aguas tratadas (materia orgánica y nutrientes), así como la presencia de microorganismos patógenos y contaminantes de preocupación emergente, como plaguicidas o productos farmacéuticos.


Finalmente, como producto final, el proyecto va a permitir disponer de un “tratamiento eficiente a la carta” en función de la calidad del agua que se pretenda alcanzar. La calidad, a su vez, estará determinada por el uso final que se le vaya a dar al agua tratada.


Alineado con los retos estratégicos


En la ejecución del proyecto, Global Omnium aporta su experiencia como uno de los principales grupos empresariales en la gestión del Ciclo Integral del Agua, con más de 300 instalaciones de tratamiento de aguas residuales en toda España.


Por su parte, el Instituto de Investigación CEBAS-CSIC es el responsable del seguimiento, medición y asesoramiento de los contaminantes de preocupación emergente presentes en las aguas residuales, así como de su eliminación. Las líneas de trabajo relacionadas con el aprovechamiento de estas aguas para uso agrícola corresponden al Departamento de Riego del mismo centro multidisciplinar CEBAS-CSIC.


Este proyecto se alinea con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en economía circular, donde se aboga por impulsar la reutilización de agua residual tratada para reducir la huella hídrica en la actividad socioeconómica.  Asimismo, AIGUAD9 se enmarca dentro de los pilares de la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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  • Reciplasa, la UJI, CEBIMAT y Aimplas colaboran en el desarrollo de esta iniciativa que impulsa la economía circular
  • Este proyecto contribuirá a eliminar los microplásticos en el compost y evitará que acaben en el medio natural y agrícola


La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, que dirige Nuria Montes, financia el desarrollo de un proyecto para acelerar la biodegradación de distintos tipos de plástico mediante la adición de microorganismos.


La empresa pública encargada del tratamiento y gestión de los residuos urbanos de Castellón, Reciplasa; la spin-off de la Universitat Jaume I (UJI) CEBIMAT; el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) y el grupo de investigación de Polímeros y Materiales Avanzados (PIMA) de la UJI colaboran en esta iniciativa que pretende optimizar el proceso de biodegradación del plástico.


Este proyecto cuenta con el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.


El objetivo de este desarrollo, denominado COMBOOST, es la investigación de nuevos métodos y procedimientos de compostaje, tanto en plásticos considerados biodegradables como en los no biodegradables, mediante la adición de microorganismos que estimulan la descomposición de estos materiales.


Esta nueva tecnología permitirá traspasar algunas de las barreras que limitan actualmente el reciclaje de envases de plástico y ofrecerá nuevas soluciones para la eliminación de microplásticos en el compost generado. Así, se evitará que acaben en el medio natural y agrícola y, por tanto, en la cadena alimentaria.


Las razones para impulsar COMBOOST son de índole económica y medioambiental. El reciclaje de plásticos mediante el compostaje presenta ventajas competitivas para las empresas que, a través del fomento de la ecoinnovación, podrán adelantarse a futuros cambios legislativos.


Por otro lado, el abono orgánico producido es de alta calidad y puede emplearse para mejorar el rendimiento de la tierra en el sector agrícola y en la jardinería, sin provocar problemas de toxicología o contaminación, ya que se garantizará su inocuidad mediante ensayos de ecotoxicidad.


Colaboración del sistema de innovación


El trabajo del personal de investigación de la UJI en el proyecto consiste en buscar el aditivo que mejore el proceso de compostaje. Para ello, se identificarán los microorganismos que presentan altas capacidades para degradar los polímeros, unas macromoléculas compuestas por una o varias unidades químicas, con el fin de seleccionar los más eficaces en este proceso.


Las líneas de investigación relacionadas con la economía circular y la gestión de residuos plásticos y con metodologías complementarias como el reciclado terciario y/o biológico está siendo desarrollado por Aimplas. Asimismo, la spin-off de la Universitat Jaume I CEBIMAT lidera los ensayos de biodegradación de materiales plástico, mientras que Reciplasa aporta su experiencia en el tratamiento y valorización de residuos sólidos urbanos.

Este proyecto se alinea con las conclusiones del Comité estratégico de innovación especializado en economía circular, donde se aboga por el desarrollo de nuevos procesos que aceleren la degradación de los materiales plásticos. Asimismo, COMBOOST se enmarca en dos de los tres pilares de la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo. En concreto, el impulso de la transición ecológica y sostenible y de la transformación digital.

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  • La Sociedad de Agricultores de la Vega coordina esta iniciativa, en la que cooperan Aimplas y las empresas Prime Biopolymers y Viromii
  • Los residuos agrícolas se someterán a distintos tratamientos químicos para fabricar bioplásticos con múltiples aplicaciones industriales


La Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, financia el desarrollo de un proyecto de innovación para producir envases biodegradables y sostenibles a partir de la paja que genera el cultivo del arroz en la Albufera de Valencia. De este modo, no sólo se pretende valorizar este residuo agrícola, sino evitar también las emisiones de gases que genera la quema de dichos despojos cada otoño.


Con la denominación de BIOPLA, este proyecto está coordinado por la Sociedad de Agricultores de la Vega (SAV), en colaboración con las empresas Prime Biopolymers, Viromii y el Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas. Dichos trabajos reciben el respaldo de la AVI y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.


Gracias a esta iniciativa, se desarrollará una solución innovadora que permitirá poner fin a la quema de estos desperdicios, una práctica que presenta consecuencias negativas para las personas con problemas respiratorios y eleva los niveles de contaminación atmosférica en las comarcas colindantes con el lago de la Albufera.


La incineración trata de evitar que la paja se acumule y se pudra en los campos durante la temporada de lluvias, lo que a su vez repercute negativamente en la calidad del agua del humedal y provoca la mortandad de un elevado número de peces. Hasta ahora, se han explorado distintas vías para la retirada de estos restos agrícolas, si bien el elevado coste económico de este proceso ha dificultado su puesta en marcha.


El objetivo de BIOPLA, en el marco de la economía circular, es dotar a la paja del arroz de un valor económico capaz de compensar el coste de su recuperación. Por ello, se plantea el uso de estos desechos como materia prima para la producción de bioplásticos más respetuosos con el medio ambiente que los generados mediante recursos fósiles.


El proyecto no solo contempla el desarrollo y validación del tratamiento al que se ha de someter este desperdicio vegetal para fabricar este producto de alto valor añadido y múltiples aplicaciones industriales, sino también toda la logística necesaria para su recogida y almacenamiento. En definitiva, se trata de demostrar la viabilidad técnica, económica y ambiental de la tecnología a escala semi-industrial.


La transformación de este desecho agrícola en bioplástico se consigue después de someter a los despojos vegetales a distintos tratamientos, que incluyen el triturado de los tallos, los procesos de hidrólisis enzimática y fermentación por el que se obtiene ácido láctico, y su posterior conversión en ácido poliláctico, conocido por sus siglas en inglés, PLA.


El PLA representa aproximadamente el 40% de todos los polímeros biodegradables y se erige en el bioplástico más utilizado del mercado, con una demanda que crece cada año. Este tipo de material constituye, de hecho, una alternativa sostenible a los plásticos tradicionales por su facilidad para descomponerse y su menor impacto ambiental.


Desde que arrancara esta iniciativa hace ahora un año, el equipo técnico ha abordado ya la fase de la logística y ha llevado a cabo los ensayos en laboratorio, con el objeto de validar los tratamientos más eficientes para la producción de ácido poliláctico. Con los resultados obtenidos, SAV escalará el proceso a volúmenes propios de una planta piloto para continuar con la optimización del este proceso biológico.


Además de coordinar el proyecto, SAV es el socio encargado del suministro y almacenamiento de la paja, así como del proceso de transformación semi-industrial, aunque en la ejecución de BIOPLA coopera con otras tres entidades especializadas.


Así, Aimplas aporta su amplio conocimiento técnico sobre los procesos y condiciones de fermentación para la producción de bioplásticos, Prime Biopolymers lidera la fase polimeración del ácido láctico y contribuye con el estudio del proceso de transformación a escala industrial, mientras Viromii desarrolla el análisis de la gestión de los restos agrícolas en el mercado del PLA.


La iniciativa se alinea con las conclusiones del comité de especialistas en Economía Circular, que ha impulsado la AVI, y abogan por el desarrollo de bienes de consumo más sostenibles, así como por el diseño de innovaciones que permitan valorizar de los residuos, de acuerdo con las políticas que en esta materia promueve la Comisión Europea. Asimismo, BIOPLA se encuadra, asimismo, en los ejes principales de la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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  • La Cooperativa Unión Cristiana de Sueca coordina este proyecto, en el que participan el IVIA, la Universitat de València y la Universitat Politècnica
  • El sistema procesará las imágenes de satélite y dron y avisará del momento idóneo para aplicar tanto el abono como tratamientos contra el hongo Pyricularia oryzae

 

La Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, que dirige Nuria Montes, financia el desarrollo de un novedoso sistema predictivo para optimizar la aplicación de productos fitosanitarios y fertilizantes en el cultivo del arroz a través del uso de imágenes de satélite y drones.

Este proyecto estratégico, bautizado como ‘Detectoryza’, supone, en la práctica, la incorporación de tecnologías de vanguardia en el proceso productivo con el fin de minimizar su impacto sobre el medio ambiente y reducir los costes de producción.


La Cooperativa Valenciana Unió Cristiana de Sueca (Uniana), con el apoyo técnico de la Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, coordina esta iniciativa, en la que participan la Universitat de València, la Universitat Politècnica y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). El proyecto cuenta a su vez el respaldo de la AVI y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.


El objetivo de ‘Detectoryza’ es controlar el hongo causante de la piriculariosis, la principal enfermedad del arroz, antes de que alcance la fase epidémica, mediante tratamientos focalizados a partir de los datos obtenidos a través de sistemas avanzados de teledetección.


De este modo, el uso de drones y de imágenes tomadas por satélite pretende dotar a los agricultores y agricultoras de herramientas más precisas para detectar de forma precoz los síntomas del hongo Pycularia orzyae y optimizar así las dosis de fitosanitarios.


En la actualidad, la presencia de este patógeno se combate mediante tratamientos fungicidas generalizados en función de la percepción visual del agricultor, lo que puede desembocar en la administración innecesaria de estos productos, con consiguiente impacto económico y medio ambiental.


‘Detectoryza’ permitirá optimizar los tratamientos para el control de este hongo, limitando las intervenciones a los momentos idóneos, de acuerdo con las características del cultivo, las variables climáticas y la biología del patógeno.


Además, también se explorará un nuevo método de fertilización, que evite los riesgos ambientales derivados de la sobreaplicación de abonos. Se trata de un sistema alternativo al tradicional, que busca conocer en todo momento el estado nutricional de las plantas a través de los datos observados por satélite para ajustar la aportación de nitrógeno a las necesidades reales del cultivo. Con este fin, se realizarán ensayos con diferentes porcentajes de abono, así como con inhibidores de la urea para optimizar así la aportación de nutrientes.


Algoritmo de inteligencia artificial


El proyecto culminará con el desarrollo de un sistema completo y calificado de alertas que gestionará la propia cooperativa Uniana, basado en algoritmos de inteligencia artificial, que procesará y analizará los datos recogidos por satélites y drones dotados de cámaras térmicas.


El equipo de especialistas que colaboran en la iniciativa ya ha completado la recopilación de datos de dos campañas productivas y, en la actualidad, se están analizando para determinar los rendimientos y desarrollar el modelo. Desde el inicio se está trabajando en el algoritmo predictivo a partir de imágenes para mejorar la detección y control del hongo, mientras se realiza el seguimiento de esporas y del cultivo sobre el terreno para adecuar el proceso de fertilización.


En la práctica, ‘Detectoryza’ supondrá un paso adelante en la evolución e implantación de las aplicaciones de monitorización agrícola en el cultivo del arroz, incluso después de que finalice proyecto, lo que permitirá avanzar en agricultura de precisión. De hecho, las entidades participantes se comprometen a ofrecer formación a las y los agricultores que así lo deseen, además de proporcionar avisos a las explotaciones interesadas, que en este caso serán a cargo de la Cooperativa Unió Cristiana de Sueca.


Colaboración del sistema de innovación


Precisamente esta organización agrícola ha puesto a disposición de la iniciativa las parcelas donde se están llevando a cabo los ensayos, al tiempo que colabora de forma activa en el diseño y seguimiento de los experimentos, la recopilación de datos y el control de calidad de las cosechas. Cuenta con el apoyo de los departamentos de Física y de Producción Vegetal de la Universitat Politècnica de València (UPV), se encargan del diseño de las estrategias de fertilización y el control de las malas hierbas en el cultivo del arroz.


El análisis e interpretación de las imágenes obtenidas y la implementación de los modelos predictivos para identificar la presencia del hongo están siendo desarrollados por el Laboratorio de Procesado de Imágenes de la Universitat de València (UV), mientras que el Departamento del Arroz y la Unidad de Micología del IVIA colabora el seguimiento periódico de la enfermedad y la cuantificación de los síntomas, entre otras actuaciones.


El proyecto se alinea con las conclusiones del comité de especialistas en Agroalimentación, que ha impulsado la AVI, donde se propone el desarrollo de innovaciones que impulsen la agricultura de precisión mediante tecnologías de predicción y control de la producción. Asimismo, se encuadra en los ejes principales de la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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  • AINIA y Mercé V. Electromedicina han participado en este proyecto estratégico, que cuenta con financiación europea a través de Feder

  • El dispositivo, que combina robótica, fotónica e Inteligencia Artificial reducirá el tiempo de diagnóstico y los costes sanitarios


La Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, dirigida por la consellera Nuria Montes, ha respaldado el desarrollo de un nuevo robot inteligente para la exploración dermatológica capaz de asistir en la detección y delimitación de los principales tipos de cáncer de piel mediante una técnica automatizada que no requiere contacto y se completa en tan sólo unos segundos. 


En la ejecución de este proyecto estratégico, bautizado como AD-DERMA, ha participado la empresa Mercé V. Electromedicina junto al Centro Tecnológico AINIA. Ambos han contado con el respaldo de la AVI y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.


A través de esta iniciativa se pretende poner a disposición de los profesionales sanitarios una herramienta con mayor autonomía, inteligencia y versatilidad que las actuales soluciones existentes en el mercado, que no facilitan el diagnóstico de los tipos de cáncer de piel más frecuentes y peligrosos, como son el carcinoma basocelular y el melanoma.


El nuevo dispositivo permitirá ahorrar tiempo en la detección de estas enfermedades, reducirá los costes sanitarios asociados a la operativa en consulta, diagnóstico e intervención, contribuyendo a disminuir, además, las listas de espera.


Esta nueva tecnología, que combina robótica colaborativa, sensores fotónicos de alta resolución espacial y espectral e Inteligencia Artificial, asistirá a los especialistas automatizando las exploraciones y digitalizando la zona afectada. De esa manera, contribuirá a la detección temprana de cáncer de piel, un factor decisivo en la curación de esta enfermedad.


Además de las ventajas que ofrece en la fase de diagnóstico, el robot tiene un potencial uso relevante en las cirugías, ya que, al ser capaz de delimitar la zona afectada en tiempo real, puede ayudar a retirar en su totalidad el tejido tumoral sin necesidad de segundas intervenciones.


En la ejecución de esta iniciativa han participado dos socios, AINIA y Mercé V. Electromedicina, que, como empresa que provee productos y equipamiento médico de alta tecnología, conoce las necesidades, los requerimientos y certificaciones que debe cumplir un producto o dispositivo médico, y el funcionamiento la cadena de ventas y de suministro.


Por su parte, el centro tecnológico ha aportado su conocimiento previo en el área de salud y diagnóstico mediante tecnologías fotónicas en el ámbito de la dermatología, así como su experiencia en el desarrollo y uso de tecnologías robóticas.


Experimentación con pacientes


Las dos entidades han colaborado con el Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), donde el Dr. Onofre Sanmartín ha coordinado el estudio observacional para validar su eficacia con pacientes reales.


AD-DERMA se alinea directamente con los retos y soluciones identificadas por el comité de especialistas en Salud de la AVI, que entre otras propuestas de I+D+i, aboga por el desarrollo de nuevo instrumental de ayuda y tecnologías de soporte a la cirugía. Asimismo, el proyecto se encuadra en los ejes principales de la Estrategia Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.

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Prensa, Prensa

  • Zeleros, Ziur Composite Solutions, Aimplas y el Instituto de Motores Térmicos de la UPV diseñan un nuevo módulo de almacenamiento de energía
  • El proyecto contribuirá a la electrificación de camiones, autobuses, barcos y aviones, así como nuevos sistemas de transporte como hyperloop

 

La Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, financia el desarrollo de una nueva generación de baterías más sostenibles, ligeras y duraderas con el fin de impulsar la movilidad eléctrica en vehículos de larga distancia, ya sea transporte por carretera, aeronáutico o para nuevos medios eléctricos ferroviarios o guiados, como los trenes de levitación magnética o hyperloop.


Zeleros Global lidera la ejecución de este proyecto estratégico, en el que también colaboran el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), el Instituto de Motores Térmicos de la Universitat Politècnica de València (CMT-UPV) y la empresa Ziur Composite Solutions. Los trabajos cuentan con el respaldo de la AVI y están confinanciados por la Unión Europea a través Programa Comunitat Valenciana Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) 2021-2027.

La iniciativa, bautizada como MODALT, comprende el diseño, prototipado, testeo y validación de un módulo de almacenamiento de altas prestaciones, fabricado con composites termoplásticos, para su integración en packs de baterías modulares. Una nueva tecnología que contribuirá a superar las barreras técnicas que hasta ahora dificultaban la transición eléctrica de camiones, autobuses, barcos o aviones, entre otros vehículos de transporte.

“MODALT nos permitirá generar un conocimiento diferencial para poder desarrollar y fabricar baterías más sostenibles, ligeras y seguras, y con mayor durabilidad. El módulo de almacenamiento que estamos desarrollando contribuirá a desbloquear aplicaciones de vehículos electrificados de altas prestaciones, ya que su diseño cuenta con los requisitos de potencia, energía y rendimiento y operación que estos demandan”, expone el responsable del programa técnico de Zeleros, Daniel Fons.

Además, el uso de composites termoplásticos permitirá elevar, al final de su vida útil, el porcentaje de reciclabilidad de los materiales que conforman la parte estructural de las baterías, reduciendo así el impacto ambiental de esta industria.

Según explica el investigador en movilidad sostenible de Aimplas Guillermo Ulldemolins, el tratamiento y procesado de este tipo materiales plásticos presenta ventajas, pues es posible mejorar sus propiedades mediante la incorporación de partículas que otorgan conductividad eléctrica (es decir, que dejan pasar la corriente), resistencia al fuego, o fibras que elevan su rigidez y resistencia.

El proyecto, cuyos trabajos concluirán el año próximo, incluye la validación en laboratorio de este nuevo módulo de almacenamiento, que se someterá a ensayos eléctricos, mecánicos y térmicos, simulando, además, distintos ciclos de conducción.

Para la ejecución de MODALT se ha constituido un consorcio coordinado por Zeleros, empresa que lidera el desarrollo de la tecnología hyperloop en España, y que llevará a cabo el estudio de celdas, geometrías y casos de uso del almacenamiento, así como el diseño mecánico de distribución, conexiones y refrigeración y la validación eléctrica.

ZIUR composites, por su parte, aporta experiencia en el campo de la ingeniería mecánica, mientras que la UPV contribuye con sus conocimientos sobre mecánica de fluidos y termodinámica, y Aimplas participará en el desarrollo de los materiales de aislamiento ligeros y antivibraciones.

La iniciativa se alinea con las conclusiones de dos comités estratégicos de innovación especializado (CEIE) de la AVI: el de Automoción y movilidad sostenible y el de Economía Circular.

En concreto, MODALT contribuye a la optimización de la carga del vehículo eléctrico y a la mejora de los sistemas de gestión térmica, al tiempo que permite la obtención de bienes de consumo más sostenibles. Del mismo modo, el proyecto también conecta con los entornos de especialización y prioridades de la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, conocida como S3, que coordina la Generalitat.

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