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La AVI financia el desarrollo de nuevos sistemas de prevención y detección de la COVID-19 y tratamientos contra el alzhéimer y el virus de la gripe
- La Agència financia, en la actualidad, una docena de unidades científicas de innovación empresarial en institutos de investigación de la Comunitat Valenciana
- Exploran nuevas tecnologías para las baterías, sistemas para evitar las infecciones hospitalarias y alternativas al TAC, entre otros proyectos
El desarrollo de sistemas más rápidos y eficaces para detectar la presencia de SARS-CoV-2 en el organismo y para neutralizarlo tanto en el ambiente como en superficies, la experimentación con nuevos tratamientos para hacer frente a la enfermedad de alzhéimer, la reinvención de la actual tecnología de baterías mediante el uso de nuevos materiales o el diseño del primer medicamento contra el virus de la gripe son algunos de los proyectos de I+D+i que una docena de centros punteros en investigación están ejecutando con el apoyo de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI).
La Agència contribuye con más de tres millones de euros la creación y sostenimiento de estructuras específicas de innovación en un total de 12 centros de la Comunitat Valenciana distinguidos por la excelencia de su producción científica. De este modo, incentiva la investigación aplicada y orientada hacia el tejido empresarial a través de Unidades Científicas de Innovación Empresarial (UCIE), que es como se ha bautizado a dicha figura, que son financiadas por la AVI.
Los principales proyectos de I+D+i que cada una de estas instituciones desarrolla en el marco de estos convenios han protagonizado recientemente el webinar Innociencia, organizado por la Agència, para dar a conocer a la ciudadanía dichas iniciativas de vanguardia científica y tecnológica. La jornada, que se difundió a través del canal de YouTube de la Generalitat, está disponible para su visualización en la web corporativa de la AVI.
El Centro de Tecnología Nanofotónica, adscrito a la Universitat Politécnica de València (UPV) ha presentado en este foro sus avances en el desarrollo de un nuevo método basado en tecnología fotónica para detectar el coronavirus SARS-CoV-2 de forma rápida, fiable y económica. Un trabajo en el que colaboran con el Centro Nacional de Microbiologa, Eurofins Ingenasa, el Centro Avanzado de Microbiologa de Alimentos (CAMA-UPV) y los institutos tecnológicos de la industria alimentaria y el plástico, Ainia y Aimplas, respectivamente.
Con el objeto de prevenir los contagios y frenar la expansión de la COVID-19, el grupo de investigación de Informática Industrial y Redes de Computadores (i2RC) de la Universidad de Alicante ha expuesto también los primeros prototipos de sus sistemas de desinfección del aire y las superficies mediante el uso de ozono, que ha fructificado ya en una patente.
En esta misma línea, el Instituto de Materiales Avanzados (INAM), radicado en la Universitat Jaume I de Castellón, utiliza la nanotecnología para el desarrollo de materiales con propiedades antimicrobianas a través de una novedosa técnica de activación in situ que posterga la degradación de sus atributos. Para desarrollar esta iniciativa, el INAM colabora, entre otros agentes, con el Instituto Tecnológico Textil, Aitex.
Medicamento contra la gripe
Combatir otro virus respiratorio, en este caso el de la gripe, centra los esfuerzos de la Fundación Fisabio, que está desarrollando un medicamento contra dicho patógeno a partir de un tipo de moléculas denominadas péptidos, de origen humano y con propiedades antimicrobianas. El objetivo es que los primeros ensayos con animales arranquen en el corto plazo.
El Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro mixto del CSIC y la Universitat de València, también trabaja en una innovación con impacto médico. Se trata de un innovador sistema para obtener imágenes en 3D a partir de radiografías, que constituye una alternativa al TAC, reduciendo drásticamente las dosis de radiación a la que se exponen los pacientes.
En este mismo campo, el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) ha diseñado una silla especial que facilita la realización de estudios radiológicos en personas con grandes de deformidades en la columna, que hasta ahora requerían de ayuda externa durante todo el proceso.
Con este dispositivo radiotransparente, es decir, que deja pasar los rayos X, se evita la irradiación innecesaria del personal de apoyo, ya que no es necesaria asistencia. En este proyecto se ha contado con el apoyo del Instituto de Biomecánica de València (IBV) y del Hospital La Fe, donde se han efectuado las pruebas necesarias.
El Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) trabaja, en cambio, en una novedosa herramienta de apoyo al diagnóstico del Alzhéimer.
A partir de un simple análisis de sangre, el modelo matemático que han desarrollado los científicos de la UPV y la Universitat de València es capaz de detectar biomarcadores de esta enfermedad con una elevada sensibilidad, incluso en fases tempranas, y diferenciarla, además, de otras demencias.
En este desarrollo participan la Universitat Politècnica de València (UPV) y los centros de investigación biomédica en red en Enfermedades Neurodegenerativas; y Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina, respectivamente, así como la Fundación Centro de Investigación en Enfermedades Neurológicas (cieN).
Ultrasonidos contra el Alzhéimer
Con el objetivo de mejorar la evolución de ésta y otras dolencias neurológicas, el Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (i3M), cogestionado por la UPV y el CSIC, cuenta con dos prototipos que elevan significativamente la eficacia de los actuales tratamientos con ultrasonidos.
Esta tecnología de hologramas ultrasónicos, que la que se han desarrollado varios prototipos con el respaldo del IBV reduce tanto los costes como las molestias asociadas para el paciente.
Diagnosticar con precisión el síndrome del ojo seco, una de las enfermedades oftalmológicas con mayor incidencia, es una de las principales líneas de acción del Instituto de Neurociencias (IN), de titularidad mixta entre la Universidad Miguel Hernández y el CSIC. Las investigaciones del IN han dado lugar a una patente y al desarrollo de un prototipo de dispositivo de diagnóstico en colaboración con el IBV.
Más allá del ámbito sanitario, el Instituto de Tecnología Química (ITQ), otro centro mixto entre la UPV y el CSIC, trabaja el diseño y fabricación de fotocatalizadores para la producción de hidrógeno a partir de agua y luz solar. El desarrollo y optimización de esta tecnología será clave para lograr, entre otros usos, el almacenamiento de las energías limpias, así como su liberación de forma controlada.
También explora las baterías del futuro el Instituto de Ciencia Molecular (ICMol), que está ensayando con nuevos materiales, como el grafeno, para fabricar baterías que satisfagan las necesidades de la industria automovilística o del sector tecnológico. Por ahora, los resultados en el laboratorio de este proyecto, que se desarrolla con el apoyo de Aimplas, entre otros agentes, son prometedores.
Asimismo, el Instituto de Automática e Informática Industrial (Ai2), adscrito a la Universitat Politècnica de València, ha desarrollado un demostrador de visión artificial para clasificar y detectar defectos en piezas industriales, que sintetiza las capacidades que ofrece este centro de vanguardia.