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- El acuerdo, dotado con 250.000 euros, garantiza la continuidad de este grupo especializado en el desarrollo de innovaciones para las empresas
- Se desarrollará un dispositivo para monitorizar la correcta desinfección de manos y un novedoso sistema para detectar posibles roturas en la cadena del frío industrial
El Consell ha autorizado un convenio de colaboración entre la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y la Universitat Politècnica de València (UPV) para financiar la Unidad Científica de Innovación Empresarial (UCIE) constituida en el Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC), instituto de investigación adscrito a esta institución académica.
El acuerdo, dotado con 250.000 euros, garantiza la continuidad de este grupo creado con el apoyo de la AVI a fin de impulsar la transferencia de conocimiento y el desarrollo de soluciones tecnológicas e innovaciones dirigidas a las empresas de la Comunitat Valenciana.
Los 250.000 euros con los que está dotado este convenio cubren los costes de funcionamiento de esta unidad de innovación, que goza de independiencia económica y, por lo tanto, no supone merma alguna en los recursos ordinarios del centro.
La iniciativa, alineada con la estrategia de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, pretende dinamizar la innovación orientada hacia el tejido productivo con el fin de elevar la competitividad de las empresas radicadas en la Comunitat Valenciana.
La aportación de la AVI al Centro de Tecnología Nanofotónica se traducirá en dos líneas diferentes de innovación. La primera se vincula a la lucha contra el SARS-COV-2 y consiste en el desarrollo de un dispositivo basado en tecnología fotónica capaz de monitorizar y evaluar la correcta desinfección de manos para minimizar así el riesgo de infección.
El segundo proyecto radica en el diseño de un sistema rápido, preciso, no invasivo y totalmente inocuo para la monitorización y control de la cadena del frío en entornos industriales y de distribución, con el fin de detectar posibles fallos en la refrigeración, así como la proliferación de patógenos en los alimentos. Para ello, se desarrollará un sensor de ondas de terahercios, una de las múltiples aplicaciones de este tipo de radiación, que es completamente segura para las personas.