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La AVI apoya a Aimplas en el desarrollo de un nuevo sensor que controla e informa al consumidor de la calidad de los alimentos envasados



  • Esta tecnología, más avanzada y económica que las existentes, detecta la presencia de oxígeno y reduce así el riesgo de intoxicación
  • Aimplas cuenta en este proyecto con el Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) y con el IATA

 Alicante (25.09.19). El Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, desarrolla, con el apoyo de la Agencia Valenciana de la Innovació (AVI) un novedoso sensor que permitirá detectar posibles fallos en el envasado de productos alimenticios durante todo su ciclo de vida, incluidas las fases de transporte y almacenamiento.

 El objetivo de SafetySenseO2, como se ha bautizado esta iniciativa, es el de reforzar la seguridad alimentaria en los envases de atmósfera modificada, reduciendo así el riesgo de intoxicación, a través del control y la monitorización permanente de la hermeticidad de dichos recipientes.

 En concreto, Aimplas está trabajando en el diseño de un sensor de oxígeno impreso capaz de detectar la presencia de este elemento en el interior del envase mediante un cambio colorimétrico perceptible al ojo humano.

 La AVI aportará a este proyecto más de 120.000 euros hasta 2021 en el marco de su programa de ayudas a la valorización, transferencia y explotación por las empresas de los resultados de I+D+i. Un respaldo institucional que garantiza, además, la colaboración de varios agentes del sistema de innovación en las distintas etapas de ejecución.

 En este caso, el centro tecnológico contará, durante la fase de desarrollo, con el Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), para la optimización del sensor colorimétrico de oxígeno, y con el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) para la validación del indicador integrado en el envase.

 La presencia de oxígeno en el interior de los envases es una de las principales causas de degradación de los alimentos envasados, ya que propicia el crecimiento de microorganismos aerobios y el enranciamiento oxidativo de los lípidos, al tiempo que destruye vitaminas liposolubles como las A y E.

Control durante todo el ciclo de vida
 
En la actualidad, existen otros mecanismos para determinar la presencia de oxígeno en forma de pastilla o etiqueta, pero son difíciles de manejar, de incorporar al envase y su aceptación por parte del consumidor es menor. Dos opciones que, por otra parte, tampoco resultan atractivas para el fabricante por la complejidad de su producción y el coste añadido.

 En cambio, la solución que ha concebido Aimplas permitirá detectar en línea fallos en el envasado de una forma no destructiva y económica (en esta fase se realizan ensayos analíticos sobre unas muestras que se destruyen) pero el control se extiende al transporte y almacenamiento, e incluso al lineal del supermercado. De hecho, el sensor de oxígeno proporcionará en todo momento información al consumidor sobre la calidad y seguridad del alimento, evitando así posibles intoxicaciones alimentarias.

Esta tecnología no solo resulta más fácil de interpretar, sino que supondrá también una mejora significativa en el proceso de envasado, ya que, a diferencia del resto de las alternativas en el mercado, se integra en la propia estructura del envase.

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